El alto costo y la escasez de materiales llegaron esta vez a la adquisición de ataúdes, y es que venezolanos se las ingenian con fabricar con materiales de baja calidad, para que el costo para la venta sea menor, es por ello, que los tablones y el cartón, es lo que llevan para realizar su trabajo.
De acuerdo a lo reseñado por AFP, dolientes buscan la forma para que los gastos funerarios sean más económicos o accesibles al bolsillo: prefieren la cremación a la sepultura para no pagar fosa en el cementerio, el velorio se ha reducido de 24 a ocho, cuatro o dos horas, algunos contratan sólo el “servicio directo” al crematorio o al panteón y hay quienes alquilan los féretros únicamente para la vela.
Miriam Navarro, encuestada, contó que hace un mes murió su hermano, pues expresó haberse sentido desplomada por la pérdida también por la alta suma de dinero que pedía la funeraria. “Si no hubiera sido por la comunidad, lo hubiera tenido que enterrar en el patio”, manifestó.
Con lo que recolectaron sus vecinos, Navarro compró uno de los ataúdes que fabrica, a pocas calles de su vivienda, el carpintero Ronald Martínez con cartón piedra y MDF,un material comprimido de aserrín y resina mucho más barato que la madera.
Ante estas dificultades, Elio Angulo, un emprendedor de Barquisimeto, apuesta por el “biocofre”, una urna de cartón corrugado, 70% de producto reciclado, que diseñó con un socio y pronto sacará a la venta. “Tiene los dos ecos: ecológico y económico. Es para la cremación, pero también puede usarse en inhumación. Nuestra propuesta trae soluciones en un país en crisis”, declaró.