A Karina Castro (29) le hicieron una cesárea después de fallecida para salvar a su bebé

Un clima de consternación prevaleció este domingo en los alrededores de la morgue de Los Teques y sala de emergencias del Hospital Victorino Santaella Ruiz, donde se agolparon familiares de cuatro fallecidos y siete heridos producto de una balacera en el sector Las Brisas de Palo Alto, en Los Teques.

El motivo de la reunión, que culminó en matanza fue que una familia de la ciudad se acababa de comprar una vivienda en la zona y aprovechó el cumpleaños 68 de una de las propietarias, para una doble celebración. A la fiesta se invitaron parientes lejanos y cercanos, además de unos cuantos amigos.

Mientras asistentes disfrutaban sanamente de la reunión, miembros de la banda que opera en la localidad comenzaron a merodear los alrededores de la vivienda y a preguntarle a vecinos quiénes eran “los nuevos”. Les llamó la atención la cantidad de carros nuevos estacionados a las afueras.

Caravana de sangre

A eso de las 3:00 am culminó la fiesta y como medida de resguardo, la familia decidió bajar de la zona en caravana. Sin embargo, en la vía principal de Las Brisas los esperaba una alcabala improvisada.

En una camioneta doble cabina iba conduciendo Julio Rafael López Fuenez (58), su hijo Julio Rafael López Garizabalo (28) de copiloto y demás allegados.

Maleantes los bajaron a todos del vehículo, les dieron una golpiza y sin preguntarles nada siquiera, descargaron las ametralladoras que poseían, primero contra el padre y luego contra el hijo.

La acción produjo que la familia se bajara de los demás carros y corriera a resguardarse en la casa, lo que enfureció a los hampones, quienes comenzaron a disparar en todas las direcciones.

La tercera víctima fatal fue Karina Coromoto Castro Longa (29), quien tenía ocho meses de embarazo y pese a que fue ingresada muerta al Victorino Santaella, médicos le salvaron la vida a su bebé quien se mantiene en el área de cuidados intensivos.

José Julián Romero Bracamonte (41), fue la otra víctima fatal. Julio Rafael era maestro de obras y laboraba en Caracas y San Antonio de Los Altos, en compañía de su hijo.

Hirieron a su propia gente

Testigos de la masacre contaron a la policía que entre los lesionados hay amigos de los delincuentes. Al parecer, la novia de uno de los pistoleros intentó frenar la acción de su pareja al presenciar la masacre, sin embargo también resultó malherida.

La plomazón se extendió por unos 20 minutos, momentos que según relataron vecinos, fueron los más largos de su vida. “Escuchábamos los gritos terroríficos de gente inocente, al principio había mucha confusión pero luego entendimos que lo que hicieron fue una maldad contra esa familia que de nada tuvo la culpa”, dijo uno lugareño.

Otro vecino de Las Brisas señaló que “esta banda tiene tiempo echando broma, pero se meten es con gente ajena, lo que pensamos es que desconocían que las personas de la fiesta serían sus nuevos vecinos, era evidente que actuaron bajo la influencia de drogas”.

Cicpc adelanta investigaciones

Ante la consternación que se creó por este caso, el Eje de Homicidios del Cicpc Los Teques constituyó una comisión especial para dar con el paradero de los responsables.

Presuntamente, los hampones forman parte de una agrupación dedicada a la venta y distribución de sustancias estupefacientes. Que además, posee un arsenal en el que destacan fusiles y granadas.

También suponen que en esta zona se enconchan peligrosos hampones fugados de diferentes centros penitenciarios./Glorimar Fernández/lb/Foto: Gustavo Ramírez/