Dejar de darse un gustico para comprar comida se ha convertido en el pan de cada día de los tequeños, por lo que muchas personas han cambiado su lista de necesidades, adaptándola solo a adquirir alimentos.
Durante un recorrido por la ciudad para saber cuáles han sido las cosas que la gente ha tenido que dejar de comprar, Erinis Turizo, consumidora, reseñó que en su caso dejó de salir de paseo los fines de semana, al igual que de comprar ropa, tanto para ella como para sus chamos.
“A veces da dolor no poderles dar a mis hijos los lujos que yo tuve, que me pidan algo y no poder comprárselo porque todo el salario se va en alimentos”.
Otra de las encuestadas fue Dayana Pérez, quien agregó que ya no puede adquirir nada para ella, puesto que no solo hay que comprar comida, el lado complicado es conseguirla. “Ahora me dedico a buscar donde venden productos regulados ya que todo está desaparecido”.
Por su parte, Natalia Grimaldi, especificó que ya no puede comprar todas las medicinas que necesita, ni los productos de aseo personal. “Da lastima que tengamos que restringir nuestras necesidades, más aún cuando trabajamos o contamos con una pensión”./KB/ac/Foto: Alexander Offerman/