Los vecinos de La Pradera manifiestan su preocupación porque deben lidiar con una serie de vicisitudes que atentan en contra de su calidad de vida. 

Presuntamente, hay varios niños desnutridos y las bolsas del CLAP no llegan con tanta regularidad;  el agua tiene tres semanas sin figurar en los conductos y aunque han hecho los reclamos en Hidrocapital los han mantenido en espera y lo más grave, a juicio de ellos, es que los funcionarios de la policía se han metido arbitrariamente a varias casas de la comunidad.

“Se han metido a golpear, a maltratar y a sacar a los hombres de la comunidad porque, según dicen, aquí hay delincuencia, cosa que es totalmente falsa, si fuese así los ciudadanos no andarían tranquilamente fuera de sus hogares. En la casa de una de las afectadas le pidieron que apagara las luces y aprovecharon para llevarse algunas de sus pertenencias y dinero” mencionó un poblador, que se mantuvo en anonimato por seguridad.

Pese a que eso es una violación de domicilio y un allanamiento injustificado, de acuerdo a lo que estipula el Código Penal, cuando determina que no se puede ejecutar sin una orden emitida por algún tribunal, debido a que los hogares y las propiedades privadas son inviolables. Así está consagrado en la Carta Magna en el Art. 47.

Asimismo, se pudo conocer que los residentes de la zona carecen de alumbrado público. “Nosotros hemos colocado un faro e intentamos mantener nuestra comunidad con nuestros propios recursos, pidiéndole a la gente una colaboración. Pero es difícil porque aquí hay personas que viven en pobreza extrema, si no tienen para comer mucho menos para eso” comentó Ana Castellón, miembro del consejo comunal.

Por otra parte, los interrogados establecieron que no cuentan con alumbrado público, pero están consolidando el proyecto para trabajar de la mano con Corpoelec, quien se encargará de la asesoría y el acompañamiento en el proceso./no/Foto: Alejandra Ávila/