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Pablo Hernández, un grande de la guitarra

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Periodistas de Avance

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En la actualidad es miembro de Aditus y profesor de Rock Sinfónico

Pablo Hernández es un referente dentro de los guitarristas venezolanos, no solo por la versatilidad que tiene en cuanto a géneros, sino por la técnica que posee al tocar, su impecable afinación, los matices con que impregna lo que ejecuta  y el sentimiento que le impone a cada pieza sonora.

Se convirtió en un intérprete desde muy joven, en primera instancia de manera autodidacta, y luego a nivel profesional. “Como músico siempre tenía la inquietud de la música rock, porque era lo que a mí me gustaba. Aprendí a tocar guitarra de manera autodidacta con unos grupos salesianos. Como hacen muchos jóvenes, por repetición y por copia. Con el tiempo me formé para eso”.

Cursó sus estudios musicales de la mano de la Mercedes Otero y Eladio Mujica, quienes les enseñaron teoría y solfeo. Luego vio clases de guitarra con el Maestro Gonzalo Micó, armonía con el ilustre Gerry Weil y además cuenta con una licenciatura en Guitarra jazz de la Unearte, recinto educativo en el que recibió directrices de Edwin Arellano, Luca Vicenzetti, Alvaro Falcón, Pedro Barbosa, Carlos Sanoja y Manuel Barrios.

Para él la música representa un todo, pese a que cuenta con otra profesión que sacó por complacer a sus padres, quienes en su debido momento no visualizaban que él se formará a un nivel superior solo en este arte.

“La familia no ve muy bien que seas músico y te piden que saques otra carrera. Yo soy técnico en informática, trabajaba en una época en banco La Guaira como programador y también laboré en varias compañías en San Antonio de Los Altos, pero poco a poco todo me fue llevando a que lo mío era la música”.

Influencias

Hernández siempre sintió predilección por el rock, algunos de los artistas que los influenciaron y lo inspiraron fueron Van Halen, Led Zeppelin, Black Sabbath o Deep Purple.

“Yo era tan rockero que no había cosas que no oía, por ejemplo, no escuchaba Soda Stereo ni loco, era muy sectario con eso. Pero poco a poco fui abriendo mi mente a otros géneros, es parte del crecimiento como profesional. Como músico tienes que estar preparado para tocar de todo”.

Aditus

Desde el año 1995 se desempeña como el guitarrista de Aditus, una de las agrupaciones más emblemáticas de nuestro país y con 40 años de trayectoria, de los cuales 22 él ha sido miembro.

“De joven me gustaba mucho Aditus, pero nunca pensé llegar allí. Todo fue una casualidad total, eso surgió cuando un amigo llamado Manel me llamó y me dijo que me tenía una propuesta a la cual no podía decir que no. Y me dice: Mira, sabes que en Aditus se fue el bajista hace un año, Sandro Liberatoscioli, y yo estoy hablando con ellos y me dijeron que se acaba de ir el guitarrista y cantante Pedro Castillo, les dije que tú eras el tipo. Yo solo dije ¡Wow ese es tremendo compromiso!”.

Él decidió asumir el reto. Primero conoció a los miembros de la banda y luego tuvo una audición con cuatro temas, por fin ingresó porque ya contaba con el nivel necesario para formar parte de una agrupación de esa envergadura. “No tenía nada que perder”.

Desde entonces ha tenido la oportunidad de compartir tarima con grandes artistas, como Phil Collins, Maná, Miguel Ríos, Roxette, Hombres G, Men at Work, Fito Páez, Guaco, Ilan Chester, Yordano, Caramelos de Cianuro, Desorden Público, La Vida Boheme, entre otros.

Docencia

En sus planes nunca consideró dar clases, porque no era algo que le llamaba la atención. Sin embargo, su vida dio un vuelco y terminó en esta loable labor. “Después que lo comienzas a hacer, es una experiencia agradable, porque aprendes más y refuerzas conocimientos. Además las preguntas que te hacen los alumnos te obligan a mantenerte al día”.

Hoy por hoy se desempeña como uno de los directores del Rock Sinfónico en compañía de Gilberto Bermúdez, y también da clases individuales de guitarra.

“Ya lo veo como una actividad que es parte de mí. En principio cuando me decían profesor Pablo, yo decía ¿qué es eso? Ese no soy yo. Espero enseñarle a los muchachos algo más que la música. La actitud, cómo se debe afrontar el trabajo, cómo hacer que la guitarra funcione y suene mejor”.

Producción musical

Esta fase llegó a su vida por necesidad, comenta que “en una oportunidad estábamos haciendo un disco para un amigo salesiano y me quedé yo solo con eso, todos los demás le fueron sacando el cuerpo y tuve que aprender”.

A partir de ese acontecimiento, se empezó a familiarizar y a indagar cómo se hacían ciertas cosas. Sus amigos fueron sus comodines, pero hace 2 años formalizó sus estudios en la Academia Audioplace.

“Esa es una herramienta que deberían dominar todos los músicos. Ahorita le estoy haciendo el disco a mi hija Mariana Hernández. Varias personas me han preguntado por qué no saco el mío como solista, pero el de mi hija cumple a medias esa idea, porque yo la ayudo con la parte de la producción. Hay muchísimos elementos míos. Sin embargo, tengo dos proyectos a medio camino, uno es un disco de Jazz y otro es componer uno, pero de guitarra instrumental, yo no soy bueno cantando ni escribiendo”.

Por último, comenta que quienes quieran ver el material de su hija la pueden conseguir en Youtube a través de su canal Mariana Hernández./YP/lb/Foto: William Sánchez/

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