El gobierno de Cataluña informó que 844 personas resultaron heridas en los disturbios registrados hoy en el contexto del referendo de secesión de esa región, que se realizó pese a haber sido prohibido por la justicia de España, y que dejó también al menos seis detenidos.
La nueva cantidad de víctimas, que en los primeros reportes había aumentado de menos de 500 a 761, fue informada por el Sistema de Emergencias Médicas (SEM), de la Generalitat, el gobierno de Cataluña, que aclaró que esa nómina incluye a los que sufrieron lesiones físicas, ataques de ansiedad e irritaciones por los gases.
El vocero del gobierno catalán, Jordi Turull, atribuyó los heridos a “la violencia policial del Estado” español y aconsejó a las víctimas que acudieran a hospitales para obtener certificados con los que pudieran formular denuncias ante los Mossos d’Esquadra (Policía catalana).
En tanto, el Ministerio del Interior español reportó que 19 policías y 14 guardias civiles fueron heridos al intervenir para retirar urnas e impedir la celebración del referendo, y que seis personas -una de ellas, menor de edad- fueron detenidas por la Policía Nacional y la Guardia Civil por “resistencia, desobediencia y atentado a los agentes de seguridad”.
Dos de los heridos estaban en estado grave esta noche. Se trata de un hombre que fue operado tras recibir un golpe en un ojo con una pelota de goma, y de otro, de 70 años, que sufrió un infarto cuando la Policía desalojaba un centro de votación en Lleida.
Entre los lesionados figura el alcalde del municipio Dosrius, Marc Bosch, quien fue hospitalizado con contusiones pero estaba fuera de peligro.