Un hacker se infiltró en la red informática de un centro de la Nasa el año pasado con una minicomputadora de 35 dólares, obligando a la agencia estadounidense a desconectar temporalmente los sistemas de control de los vuelos espaciales del centro afectado.
El ataque comenzó en abril de 2018 y continuó durante casi un año en las redes del mítico Jet Propulsion Laboratory (JPL) en Pasadena (California), reveló el inspector general de la NASA en un informe publicado el 18 de junio.
Para realizar su hazaña, el atacante utilizó la minicomputadora Raspberry Pi, que se conecta a una televisión. Es utilizada principalmente por niños en países en desarrollo para aprender a codificar. La Raspberry Pi en cuestión, se conectó sin autorización al sistema JPL.
Según el informe, se robaron unos 500 megabytes de datos.
El robo incluye dos archivos confidenciales. Uno de ellos contenía datos científicos obtenidos por el rover Curiosity, que se encuentra en Marte.
Otro tenía datos relacionados con la ley de control de exportaciones para tecnologías que pueden ser utilizadas.