Recomiendan la orientación y la educación
ELIZABETH FLEURINE
“Cuando un niño tiene entre 6 y 7 años experimenta lo que los especialistas denominamos un adormecimiento en la función sexual, porque se enfocan en igualarse con sus pares y socializar, sean hembra o varones y manejan lo que son los grupos, los amigos y el significado de integrarse a lo que pueda hacer las diferencias sexuales, es por ello que en esta etapa pueden jugar con carritos o muñecas”.
La explicación la dio Evelyn Carreño neuropsicóloga, quien aclaró que este tipo de conductas no define la orientación o la función sexual de un niño, simplemente pueden estar teniendo lo que se denomina una conducta impropia del género.
“Las conductas propias del género están asociadas a lo que se espera del género femenino y masculino, es muy frecuente que los padres expresen preocupación cuando observan a sus hijos manifestar juegos o comportamientos que pueden ser impropios del género como la forma de caminar o sentarse o de vestir”, detalló.
Señaló que los padres, familiares, amigos y maestros deben procurar orientar, educar y guiar a los niños en lo que es una función sexual sana.
“Desde muy temprano hay que enseñarlos a cuidar, valorar y respetar a su cuerpo y la importancia que este tiene, así como también se debe educar para que sientan confianza de hablar sobre la función sexual, las dudas y los cambios que puedan ir sintiendo respecto a su cuerpo.”
Agregó que es fundamental que los padres y representantes eviten colocarle etiqueta a la sexualidad de los niños, para no generarles dudas, confusión y miedo relacionados con su género.
“Si se observan conductas impropias del género se recomienda reforzar las conductas propias de su género, por ello es importante manejar información adecuada para reducir los miedos y las dudas en los infantes, de cómo los padres y los adultos guíen, orienten y eduquen a los pequeños en la función sexual durante la infancia dependerá una función sexual sana cuando lleguen a la adultez.”
Cabe destacar que la función sexual está presente en los seres humanos desde que estamos en el vientre materno, una vez que el niño nace ya empieza lo que es el desarrollo de la sexualidad, con dos años experimentan su primer despertar en lo que es la función sexual, es decir reconoce la diferencia entre niño y niña e identifica su cuerpo y genitales./rp