El célebre actor, que apareció ahorcado en su domicilio el pasado lunes, había sido diagnosticado con la enfermedad de Parkinson, según reveló su viuda, Susan Schneider, quien aseguró que Williams, que falleció a los 63 años, estuvo sobrio hasta el final de sus días, lo que resta peso a la teoría de que sus adicciones del pasado, en especial al alcohol, hubieran influido en su muerte