El misil tiene la capacidad de llegar a Washington
Corea del Norte lanzó hoy un misil balístico intercontinental (ICBM), lo que supone su primera prueba de este tipo en casi cinco años y enfatiza la ruptura de la moratoria que se había autoimpuesto en este terreno antes de su primera cumbre con EE.UU. en 2018.
Con el país aún completamente aislado por la pandemia y enfrascado en continuas pruebas de armas (con la de hoy son 12, cifra récord, en lo que va de 2022) este gesto culmina más de tres años de creciente desconexión, tanto con Washington como con Seúl, tras la fracasada cumbre de Hanói de 2019.
El Estado Mayor Conjunto (JCS) surcoreano informó de que el lanzamiento tuvo lugar en torno a las 14.34 hora local (5.34 GMT) desde el aeropuerto internacional de Sunan, en Pionyang, y que el misil voló unos 1.080 kilómetros alcanzando una altura máxima de unos 6.200 antes de caer en el mar de Japón (llamado mar del Este en las dos Coreas).
Esto apunta a que el ICBM se lanzó con un ángulo muy abierto para trazar una parábola muy espigada y que se trataría del llamado Hwasong-17, un nuevo ICBM que aparenta tener un alcance de unos 15.000 kilómetros, suficiente para alcanzar Washington, Nueva York o cualquier punto de Europa directamente desde Pionyang.
Por su parte, Japón coincidió al describir las características de vuelo del misil, que cayó en aguas de la zona económica exclusiva nipona (EEZ) a unos 150 kilómetros al oeste de la península de Oshima, en la isla de Hokkaido (norte del país).