Fue un juego de grandes jugadas y batazos

Hay días en el beisbol que marcan historia. Cada batazo, cada jugada y cada segundo representan algo para ser escrito en las páginas doradas en este deporte. El juego entre Leones del Caracas y Tigres de Aragua fue un choque atípico, pues si bien es cierto que se anotaron 23 carreras entre ambos clubes, los melenudos pudieron más y, de la mano de Álex González, quien vivió su gran noche, dejaron a los bengalíes en el terreno del Universitario por 12-11. Todo parecía irse por un solo camino en apenas dos entradas jugadas en el parque de la Ciudad Universitaria, en donde se apostaron un total de 12 mil 55 aficionados.

La pizarra de la UCV marcaba la ventaja de 6-1 del conjunto aragüeño, resultado que hizo pensar que Leones estaba acabado. No fue así. Al mejor estilo de una película hollywodense, en donde el protagonista recibe golpes por todos lados pero al final resulta ser el vencedor, Álex González cargó con la ofensiva melenuda al remolcar ocho carreras, y de esa manera igualar el récord en la franquicia de más impulsadas en un cotejo, en poder de Jason Lane (2001) y Jesús Guzmán (2008).

“Estoy muy contento por haber dejado en el terreno por segunda noche a los Tigres”, destacó González. “Hay que darle mucho crédito a nuestra ofensiva. Nunca nos rendimos y nunca bajamos la cabeza, peleamos pitcheo a pitcheo y así pudimos llevarnos la victoria”.

Y es que González desde que llegó comenzó a repartir leña, pues en 14 juegos figura como líder en jonrones del equipo con cuatro y primero en remolcadas con 18. “Estoy haciendo lo mejor posible como tercer bate. No he cambiado nada, es como si estuviera en el quinto o sexto puesto; sin embargo, creo que la única diferencia es que estoy viendo más gente en base”, dijo.