Los tatuajes son muy populares. Alrededor del 30 % de las personas en los Estados Unidos y el 40 % de aquellas de entre 18 y 34 años tienen al menos un tatuaje, según la encuesta de la empresa Ipsos. En Venezuela está práctica ha ido en aumento, las personas pagan a partir de $20 por uno.

En los Estados Unidos las autoridades supervisan la práctica de los tatuajes, las tintas y los pigmentos por parte de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos, (FDA), responsable de tomar medidas para proteger a los consumidores cuando surgen problemas de seguridad relacionados con las tintas.

Por años, la FDA ha recibido reportes de personas que desarrollan infecciones por tintas de tatuajes contaminadas, así como reacciones alérgicas debido a las tintas. En 2019, emitió una alerta de seguridad sobre ciertas tintas contaminadas.

En junio de 2023, la FDA emitió una guía preliminar para ayudar a los fabricantes y distribuidores de tinta a reconocer situaciones en las que la tinta puede contaminarse con microorganismos, como bacterias o moho.

Antes de hacerse un tatuaje es recomendable escoger un lugar que cumpla con los requisitos sanitarios exigidos por la Ley. Recordar que un tatuaje es permanente.

Tener en cuenta que las personas podrían contraer infecciones. Después de un tatuaje, es posible que note algo de enrojecimiento, hinchazón o calor en la piel. De no cicatrizar, presentar alguna reacción alérgica, fiebre o escalofríos, lo recomendable es acudir a su médico. https://www.fda.gov/LO.