Acumula cuatro décadas compartiendo con su “oasis” decembrino
Doce grandes contenedores de toda clase de adornos, peluches, luces y artilugios navideños, resguardados durante ocho meses cada año en tres de las nueve habitaciones que integran la casa de la profesora Servia Mogollón Rojas, en la calle Falcón de Los Teques; salen de sus embalajes para dar rienda suelta a la imaginación de esta encantadora dama, que siempre se las ingenia para sorprender a sus visitantes con la belleza que ofrece en cada resultado.
“Este amor me lo inculcó mi papá, ese disfrutaba de la Navidad como pocos lo hacían y aseguró de transmitirme su legado de una forma muy sublime. Comencé a fajarme con mis decoraciones en 1983, para el momento solo lo compartía con algunos vecinos hasta que en un momento incierto decidí abrir las puertas de mi casa a todo aquel que quisiera disfrutar de esta magia”, aseveró a Avance muy emocionada, mientras guiaba el recorrido por cada rincón de su hogar.
Inicia su travesía cada 11 de septiembre y durante dos meses, en los que cuenta con la colaboración de varios amigos, se dedica a llenar de luz y color decembrino hasta el más mínimo espacio; sin caer en la sobrecarga del ambiente, dado que todo se fusiona para transmitir un verdadero esplendor que saca a relucir el niño que todos llevamos por dentro.
Cada artículo, muñeco, peluche o artefacto es celosamente guardado, todos parecen como nuevos, pero muchos de ellos tienen más de 30 años.
“Los fui trayendo poco a poco de los distintos países que tuve la oportunidad de conocer a lo largo de toda mi vida. Cada año, decoro de manera diferente, no dejo que nadie me visite durante el tiempo que me dedico a esto, para mí el factor sorpresa es fundamental. Además, en lo que hago dejo fluir todos los sentimientos que me inspira la época más hermosa del calendario”, subrayó.
El encendido de las luces
Una vez montado todo, realiza el encendido de luces, al que invita a todos sus vecinos, amigos y familiares para que al ritmo de parrandas y un rico chocolate caliente comparten una velada muy amena.
La acogida de la gente de Los Teques ha sido tan extraordinaria que le ha tocado a Servia hacer hasta tres encendidos más, amén de las visitas que guía con todo amor junto a su gatita Wanda, cada vez que alguien toca a su puerta.
“Me hace muy feliz compartir con todos en cada encuentro. A través de las luces encendemos la luz y la esperanza por un mundo mejor. Siempre me las ingenio para ofrecerles un detallito elaborado por mí. La sonrisa de los niños que vienen hasta acá es algo invaluable, algunos dejan sus cartas para Santa Claus aquí, yo siempre les narro historias que llegan a mi mente de cada muñeco que hace parte de la decoración, es una experiencia muy pero muy bonita para todos”. Visitar esta casa es una experiencia digna de disfrutar y compartir. La decoración se exhibe al público hasta el 07 de enero, un día después de la fiesta de Reyes Magos. Se encuentra ubicada en la calle Falcón, al lado del colegio San Gabriel, adyacente al Palacio del Deporte.