Los pacientes con esta patología, pueden olvidar una experiencia de vida, pero los sentimientos vinculados persisten, por lo que los cuidadores deben darles amor.

Así lo considera el enfermero Otto Marx, quien, con años de experiencia en esta área, asegura que ser cuidador de un adulto mayor con una enfermedad neurocognitiva es un gran reto que requiere compromiso y mucho apoyo integral.

Desde su experiencia, asegura que es “falso que las personas con Alzheimer no sientan, ni padezcan, todo lo contrario, tienen las mismas emociones”.

Añadió que “cuando ellos tienen recuerdos, están un poco más activos, pero cuando pasa esa etapa ellos continúan sintiendo y padeciendo igual que cualquier persona sana”.

Señaló que, “cuando son tratados con amor y cariño, ellos se sienten muy bien, a pesar que estén en su mundo y viviendo su enfermedad. El amor siempre va a ser fundamental.