El padrastro del menor lo estranguló y arrojó su cuerpo en un basurero
Una condena de 23 años y ocho meses recibió Luis Manuel Mejía Indriago (43) tras admitir ante el Tribunal Primero de Control del Circuito Judicial Penal del estado Miranda, extensión Barlovento, que mató a su hijastro Keiner Saúl Pérez, un niño de nueve años, con condiciones especiales, cuyo cuerpo sin vida fue hallado el 22 de junio, en un matorral, a escasos metros del Cementerio Jardines del Cercado en la Carretera Vieja Petare-Guarenas.
El juzgado lo sentenció por el delito de homicidio intencional calificado por motivos fútiles a título de autor. Deberá cumplir la pena en la cárcel de Yare.
Este caso sacudió a la entidad mirandina y el resto del país por la crueldad con la cual actuó el hoy sentenciado, quien lo golpeó, lo estranguló, lo metió en una maleta y finalmente lo arrojó en una zona llena de monte.
Tal y como lo publicó en su momento Avance, el 19 de junio familiares de la víctima lo reportaron como desaparecido y adelantaron una intensa búsqueda. Usaron las redes sociales para dar con su paradero y luego acudieron al Cuerpo de Investigaciones, Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc).
A estas labores también se sumó el propio asesino quien con cinismo y una frialdad impresionante mostró preocupación por la desaparición del infante. Aquel miércoles 19-J, en horas del mediodía el sujeto buscó a Keiner en la Unidad Educativa Miguel Otero Silva, en Las Clavellinas (Guarenas), donde estudiaba.
Los dos se dirigieron a la casa donde residían también en el mismo sector. El niño estaba en su habitación distraído jugando con su celular, el padrastro lo reprendió para que dejara el teléfono y en vista de que no le hizo caso, arremetió contra él.
El brutal ataque
Le dio patadas y puños, lo tumbó al piso, donde lo siguió agrediendo. Después lo estranguló hasta causarle la muerte. Después metió al hoy occiso en un pipote. Como vivían en una vivienda de dos pisos y ocupaban la parte de arriba, llevó el cuerpo hasta la planta baja.
Lo sacó del pipote lo envolvió en un edredón y seguidamente lo introdujo en una maleta, entonces llevó la maleta hasta su moto que se encontraba estacionada allí, la puso en la parte de atrás y arrancó en dirección a la carretera vieja. Sacó a Keiner de la maleta y lo lanzó en un basurero.
A Mejías lo arrestaron efectivos de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) el 22 de junio y tres meses después, se emite la sentencia.