Comerciantes no tienen otra opción que adaptarse a la acelerada depreciación económica para ajustarse a la variación cambiaria, por esta razón algunos han elegido arriesgar sus ganancias para evitar la estampida de clientes, los cuales a su vez buscan alternativas para rendir el presupuesto.
Durante una consulta realizada en locales ubicados en la calle Miquilén, se conoció que algunos encargados y propietarios de venta de comida se han visto afectados por el incremento en los precios de los rubros indispensables para sus productos.
Ángel Rodríguez, encargado, detalló que a diferencia de quienes venden víveres o línea blanca, recurre a distintos proveedores para surtir su negocio de empanadas.
“Cuando el dólar del Banco Central de Venezuela (BCV) aumentó el precio de las empanadas de Bs. 60 a Bs.70. Sin embargo, de Bs. 36,00 que fijaba la cotización oficial en octubre a la fecha va por Bs. 44, pero no puedo subir el precio de la empanada semanalmente y mucho menos fijar su importe en Bs. 100”.
Se reinventan
Destacó que parte de los insumos requeridos para su negocio como la carne, pollo, queso y la harina sufren ajustes diariamente, fuera de los ingredientes para los aliños. “Estoy arriesgando la ganancia, pero de lo contrario me tocaría bajar la santamaría”.
Miguel Pérez, dueño de un puesto de papas rellenas precisó que para resguardar sus ingresos publica sus precios en bolívares.
“Todos los días hago un análisis de la estructura de costo y proyecto los precios por encima de dólar oficial para aguantar la devaluación. Hasta los caramelos que regalo a mis clientes aumentaron de Bs. 60 a Bs. 70, pero toda la inversión está calculada, pero en moneda nacional”.