En un tramo de aproximadamente cuatrocientos metros, desde poco antes del colegio María Briceño y hasta el final de la vía principal en Quebrada de la Virgen, cuatro alcantarillas complican el paso para los conductores que deben ingeniárselas para no afectar a sus vehículos y también a sus bolsillos.
Durante un recorrido efectuado por Avance se logró evidenciar que a pocos metros del callejón Los Pinos, una alcantarilla fue remendada por los propios vecinos con la rejilla de las que se usan en los hornos de las cocinas; más adelante, en plena curva dos sumideros, uno diagonal al otro, presentan un evidente deterioro que obliga a los conductores a adentrarse en el medio de la maltrecha carretera que está repleta de palmo a palmo con huecos y pronunciados hundimientos.
Edgard Colmenares, conductor, aseveró que “La cereza del pastel está a escasos metros de la curva hay una de cinco rejillas, dos de las cuales están bastante hundidas y la peor completamente levantada, además de muy rota. La misma gente optó por señalizar con la tripa de un caucho de moto y un tubo anclado a una base de cemento, los muñones se verían seriamente comprometidos al caer en esas trampas mortales y representan un realero”. Se conoció que, desde la dirección de Servicios Públicos de la municipalidad, mejor conocida como Serviguaicaipuro, estiman incluirlas en una jornada de inspección para luego pasarlas al cronograma de trabajo, en aras de recuperarlas.