Vecinos de la parte baja de La Mascota, en La Estrella, hicieron un llamado a las autoridades locales para que se aboquen a resolverles las irregularidades que se presentan con el servicio de agua, pues afirmaron que la situación es caótica porque el vital líquido puede ser surtido un día y en la mañana siguiente no sale ni una gota del grifo.

“La ponen un martes y luego llega un jueves o el viernes. No queda de otra que resolver con pipotes y tener bastantes reservas, porque uno nunca sabe cuándo puede quedarse sin nada”, sostuvo Angélica González, lugareña.

Agregó que “nos angustiamos por los niños, hay muchas madres de familia por aquí y terminan agarrándose de los pelos cuando deben prepararles la comida o bañarlos y no saben de dónde sacar agua. Realmente la situación es muy complicada y nos genera un descontento enorme”.

 “Sentimos que estamos en Los Llanos”

Una eterna pregunta se hacen los habitantes cuando se disponen a entrar a sus viviendas, ya que señalaron que toda la vía principal no ha sido asfaltada y sienten que transitan por los caminos de algún paraje de Los Llanos. “Se supone que estamos en la capital de Miranda, pero a veces nos parece que andamos por el interior del país”.

Precisó que necesitan un trabajo de pavimentación con urgencia, porque el tierrero es insoportable y no se acostumbran a vivir en estas condiciones.

La entrada parece una boca de lobo

A pesar de que en la comunidad algunos postes sirven y prestan un servicio regular, la entrada no goza de ese privilegio y queda en penumbras al caer la tarde. “Ahí sí los bombillos brillan por su ausencia, en ese aspecto estamos en decadencia”.

El deporte quedó en el recuerdo

Si algo mantenía entusiasmados a los habitantes de la localidad, eran las actividades deportivas que se realizaban en la cancha, como las clases de karate que se impartían para todo el que quisiera aprender, pero el deterioro del espacio impidió que se continuara esta labor.

“Lamentablemente, el profesor tuvo que retirarse porque ese lugar da pena ajena. Está completamente destruido y nadie se ha encargo de hacerle un cariñito. Hace tiempo la medio arreglaron, pero como fue hace mucho ya ni recuerdo quién fue”.

“Somos seres humanos, no invasores”

La habitante afirmó que algunas viviendas fueron construidas hace tres años en un terreno que se encontraba abandonado y lo tomaron varias familias que necesitaban un techo. “Algunos juzgan y califican de invasor a un ser humano que simplemente no ha tenido la oportunidad de vivir en un sitio digno y se vio en la necesidad de recurrir a esto. Todos pertenecemos a la misma comunidad”.

El aseo cumple

Una luz entre tantas calamidades, es el servicio del aseo, pues se brinda con la debida regularidad y mantiene limpio el sector. “Tenemos un contenedor y eso ayuda a controlar en gran medida la acumulación de basura”./cg

Creditos; Adrián Rivero Foto: Andreina Alemán