Salvó a un niño que sufrió graves quemaduras
Con 56 años de fundada, la comunidad José Gregorio Hernández ubicada en la vía hacia San Pedro de los Altos, Los Teques, alberga muchas historias que giran en torno al próximo primer santo venezolano. Avance tuvo acceso a algunas de ellas y en esta entrega las comparte con sus lectores.
Mirna Salas, la misma que contó a este medio de comunicación la historia del nombre de ese emblemático sector de la ciudad, aseveró haber visto al Médico de los Pobres, en la cabecera de la cama de su hijo, cuando este atravesaba un delicado cuadro de salud.
“A él se le vino encima una olla de sopa hirviendo cuando tenía un año de edad, tuvo quemaduras fuertes en su pequeño cuerpo. Yo entré en crisis porque había nacido prematuro, era de cuidado. Oírlo quejarse al dormir por el ardor que sentía me desesperaba, hasta que se lo encomendé a José Gregorio, le pedí con mucho fervor”, relató.
Prosiguió argumentando “me quedé medio dormida y al abrir los ojos lo vi a él vestido de blanco en nuestro cuarto, junto a mi hijo. Espabilé, creyendo que era mi imaginación, pero estuvo ahí. Desde entonces no sintió más dolor, en los siguientes días que quedaban para secársele la quemada”.
Recíproca lealtad
Rebeca de Martínez, propietaria de la casa donde se registró el milagro de Rosa Albarrán, dijo que a pesar de que muchos lugareños han cambiado de religión, aún persisten quienes encomiendan con mucha devoción sus temas de salud al Venerable. “Él ha hecho muchos milagros aquí en la comunidad, el miércoles 15 de octubre vino el alcalde y muchos salieron a contarles sus vivencias con nuestro amado Santo. Yo, en estos momentos, le tengo una promesa ofrecida porque tengo una afección que ya puse en sus manos. Sé de sobra que me va a cumplir, él siempre nos responde”, precisó.