Un contratiempo de salud puede presentarse en cualquier momento y hora, por lo que el paciente recurre a ir al sitio más indicado para poder ser tratado. Según los encuestados, afirman que esa situación se vuelve una misión porque ya no se sienten seguros en los centros públicos.
En cuanto a los privados, señalan que tienden a ser mejor, pero en el peor de los casos, estos también se ven afectados por la escasez de algunos insumos. “Hay clínicas que prestan un buen servicio, pero claro, hay que bajarse de la mula para eso. Lo más irónico, es que muchas veces no tienen los implementos necesarios para satisfacer las necesidades médicas”, aseguró Andrea Parra.
En cuanto a los hospitales, señaló que “en ocasiones sí hay que llevar inyectadoras y otros requerimientos, pero existen los casos donde hay más algodones, medicamentos, entre otras cosas, que en una clínica. En resumidas cuentas, hay que tener suerte”.
Por su parte, Gabriel Alvarado, aseveró que el panorama en los centros no pagos es más alarmante. “Lamentablemente, no se consigue nada y es un riesgo para un enfermo dirigirse a un sitio con esas condiciones”. Asimismo, consideró que “los privados tienden a ser más efectivos porque poseen más fármacos y servicios generales”.
Por: ADRIÁN RIVERO
FOTOS Víctor Useche