12/06/15.- Un altar de santería, documentos de identificación venezolano y múltiples tarjetas de crédito encontraron en la casa de Yonny Eduardo Bolívar Jiménez (37), sobre quien pesaba una notificación roja de la Interpol, por el delito de homicidio en perjuicio de la interprete de señas de Venevisión, Adriana Urquiola, hecho ocurrido el 23 de marzo de 2014 durante una guarimba en la urbanización Los Nuevos Teques.
Durante más de un año, Bolívar logró esconderse en la lujosa urbanización Villa Santos, ubicada al norte de Barranquilla en Colombia, donde era reconocido como un prominente empresario, que en poco tiempo adquirió más de veinte vehículos de alta gama que prestaban servicio público (taxis de lujo).
Fuentes de la Interpol colombiana informaron que “Capitán Bolívar”, como era llamado por un título que usurpó para hacerse pasar por piloto de la Fuerza Aérea venezolana, cruzó la frontera hacia Colombia por Paraguachón en Maicao, departamento de la Guajira, y llegó hasta Barranquilla, donde desde su llegaba utilizó identificaciones falsas.
Los policías también alertaron sobre las excentricidades del prófugo, quien aparentemente acudía a la santería para planear sus fechorías y evadir la acción de las autoridades. En tanto, en horas de la tarde de hoy se espera la extradición del presunto asesino, quien será imputado por homicidio calificado por motivos fútiles e innobles y porte ilícito de arma de fuego.
El ministro de Interior, Justicia y Paz, mayor general Gustavo González, agradeció la colaboración de las autoridades de Colombia y expresó felicitaciones a los funcionarios venezolanos que formaron parte del equipo a cargo del caso.
“Muy temprano fui informado de una actividad que veníamos realizando desde hace unos 90 días con mayor intensidad. Como ha dicho el comandante Maduro, no habrá guarida donde se pueda esconder quien pretenda con su acción burlar la justicia”, sentenció González.
Delincuente sin castigo
Yonny Eduardo nació y se crió en el sector El Cerrito Blanco en Barquisimeto, estado Lara. Según sus conocidos, su familia era bastante normal y no tuvo una infancia traumática, pero para 1996 ya contaba con expedientes policiales.
En el 2002 fue detenido en el centro de Barquisimeto, a bordo de una camioneta Grand Cherokee, donde cargaba gran cantidad de uniformes militares e insignias con su nombre y apellido. El militar que lo detuvo le dio el apodo de “Lex Luthor”, haciendo referencia al villano de la película de Superman que azotaba la Metrópolis con su inteligencia y facilidad para engañar.
Por esa causa le elaboraron un expediente que fue remitido a Fiscalía Militar, pero hasta la fecha se desconoce el motivo de su liberación. En ese entonces, “Capitán Bolívar” ya había sido señalado por lavado de dinero y tráfico de drogas, además de estar involucrado con otras seis personas en el decomiso de 110 kilos de cocaína de alta pureza en el puerto marítimo de Felixstowe, Inglaterra.
Bolívar también se hizo pasar por hijo del general Oswaldo Bolívar Massó para obtener un pasaporte diplomático, dos de los cuales fueron hallados durante un allanamiento a su vivienda, donde incautaron tres armas de fuego. En el año 2003, participó en el plagio del economista Amado Pastor Gudiño (68), a quien contactó para supuestamente comprarle una finca.
La víctima fue encerrada durante 65 días en el baño de una humilde vivienda. El malhechor fue capturado por el Cicpc y el GAES, y posteriormente condenado a 23 años, 7 meses y 5 días de prisión por el Tribunal 4º de Primera Instancia en función de Juicio del estado Lara, pero la defensa del acusado apeló y logró bajar la condena a 22 años y 25 días.
Fue sentenciado por los delitos de secuestro, usurpación de título militar, ocultamiento ilícito de arma de fuego, aprovechamiento de acto falso y obtención de pasaporte con falsedad ideológica y seguidamente enviado a la cárcel de Uribana, donde obtuvo el liderazgo de una de las masacres más grandes en la historia de los recintos penitenciarios en Venezuela.
A raíz de esta acción fue ordenado su traslado al área de máxima seguridad en la cárcel de El Dorado, pero luego quedó en libertad por un beneficio que le otorgó el Ministerio de Servicios Penitenciarios, hasta el año 2014 que perpetró el asesinato de Urquiola, quien tenía ocho meses de embarazo. Para esa fecha, presuntamente era escolta de la ministra Iris Varela y tenía credenciales de la Policía Nacional Bolivariana (PNB).
Pasaron 445 días después del asesinato
Manuela Pérez, madre de Adriana Urquiola, celebró que las autoridades colombianas dieran con la captura del hombre que, según denunció ella misma a través de sus redes sociales, fue visto en varias oportunidades en tierras venezolanas, sin que los policías hicieran nada al respecto.
“Me enteré del hecho porque el ministro del Interior y Justicia me llamó personalmente para avisarme. Fue como a las 9:00 de la mañana, hora de Venezuela”, afirmó Pérez a periodistas de El Heraldo de Barranquilla.
Asimismo, precisó que la captura de Bolívar se daba el día número 445 después de la muerte de su hija. La dama agradeció el apoyo de todos los venezolanos a través de su cuenta en Twitter, y además aseguró que hasta el cierre de esta edición no había recibido información oficial.
Por: Andreína Ibarra/rrdiarioavancesucesos@gmail.com