14/10/15.- El Juzgado Cuarto de Primera Instancia de Substanciación, Mediación y Ejecución del Trabajo de la Circunscripción Judicial de Miranda dictó en diciembre de 2008 una medida de embargo sobre un terreno de 13.350 metros cuadrados, ubicado frente a la plaza El Indio, en la urbanización Los Nuevos Teques.
Ese lote, donde el consejo comunal aspira construir un complejo eclesiástico en honor a San Juan Pablo II, pertenece a un grupo de 75 extrabajadores de la empresa House Proyect de Venezuela, que habría incurrido en una supuesta estafa inmobiliaria dejando al personal cesante.
La abogada Carmen Márquez, apoderada legal de los obreros, declaró que ese bien pasó a mano de sus representados como garantía del cobro de sus prestaciones sociales. “Nadie puede tocar ese espacio, pues está prohibido enajenar. Simplemente es propiedad privada”.
Manifestó que en mayo de 2011, cuando aparecieron en él miembros de la Fundación de Capacitación e Innovación para el Desarrollo Rural (Ciara), tras una orden de la Vicepresidencia de la República, los exempleados expresaron su disposición de negociar con el Gobierno central.
Aclaró que el inmueble nunca perteneció al Estado. “En aquel momento tomó posesión para protegerlo de los invasores. Luego mostró interés en comprarlo para construir un parque ecológico y además de manera verbal se comprometió a asumir la deuda de los trabajadores”.
En varias oportunidades se reunieron con representantes de la Consultoría Jurídica de la Vicepresidencia, en los tiempos de Elías Jaua, y ahora durante la gestión de Jorge Arreaza, pero lamentablemente nunca llegaron a acuerdos.
Dispuestos a negociar
De acuerdo a un avalúo que realizaron el año pasado, “las tierras están valoradas en Bs. 8 millones, pero ya para esta fecha habrá subido el precio, por lo que es necesario un recalculo”.
“No nos oponemos a que los vecinos tengan previsto levantar una iglesia; sin embargo, tendrán que sentarse con nosotros. Estamos dispuestos a negociar”.
El pasado 5 de octubre, el diario Avance informó sobre el registro de una asociación civil que se encargará de recaudar fondos para la construcción del santuario.
“No queremos iglesias vacías, de grandes altares como las europeas, queremos una iglesia viva, en la que cada uno de sus feligreses irradie bondad”, indicó el diácono Luis Hernández durante un acto religioso donde fue anunciada la obra./cg
Por: Ronald Peñaranda/rrdiarioavance@gmail.com/ Foto: Gabriel Ordóñez