Más de 100 adultos mayores pertenecientes al refugio Madre Teresa de Calcuta, ubicado en Mamera, fueron atendidos en una jornada especial médica, social y recreativa promovida por el personal de Abuelos Miranda para conmemorar el Día del Adulto Mayor, efeméride de este 29 de mayo.
“Creemos que la situación del país es bastante preocupante y por tanto no estamos para fiestas. La mejor forma de homenajear a los adultos mayores fue dando una mano amiga a quienes más lo necesitan”, aseguró el presidente de Abuelos Miranda, Luis Francisco Cabezas.
Personal especializado les hizo un chequeo médico para identificar el estado de salud y el suministro adecuado de medicamentos. Por su parte, el equipo de fisioterapia instaló una camilla para darles masajes y estiramientos. “Son muchos los abuelos con discapacidad, que tienen músculos atrofiados y acortamientos musculares, por lo que requirieron de estas atenciones”, agregó Cabezas.
Las abuelitas fueron consentidas en una estación de manicure que se dispuso en el refugio para dejarles sus manos arregladas y bellas. Otros jugaron al dominó y hasta echaron un pie con la música.
En el almuerzo, los beneficiados disfrutaron de un buen sancocho que con mucho cariño y esfuerzo fue preparado por el equipo de cocina del programa de atención del Gobierno de Miranda. Para el postre se elaboró un plato con fresas, melocotones y torta de zanahoria.
Cabezas explicó que el refugio depende de la Fundación El Buen Samaritano, la cual atraviesa una difícil situación de provisión de alimentos. “Nos encontramos con la terrible noticia que desde enero al 15 de mayo han fallecido 21 abuelos por razones muy asociadas a su debilidad, mala alimentación y falta de medicamentos. Hace más de mes y medio Mercal dejó de proveerles carne y pollo y por tanto es muy arduo cumplir con el requisito de proteína en la dieta de los abuelos”, sostuvo.
Hizo un llamado a las autoridades para que centren mayor colaboración económica y material a todas las instituciones que ayudan a ciudadanos que se encuentran en condición de pobreza. “Aquí se atienden a personas que están desamparadas y que no tienen ni siquiera pensión. En este refugio solo 11 de 130 abuelos cuentan con el amparo del seguro social”.
El presidente del programa de la tercera edad del Gobierno de Miranda confía en que el próximo año los abuelos de Venezuela sí tengan motivos para celebrar, tras superar las penurias que atraviesan actualmente. “Saldremos adelante. Este país tiene con qué hacerlo. Sólo basta que haya voluntad política y que sumemos nuestros esfuerzos en quienes más necesitan”, concluyó.
Fuente: NP
