Bandas preparan sus trampas desde esta comunidad
La popular barriada de Guaremal sigue siendo el principal reto de cuerpos policiales y militares que custodian los Altos Mirandinos, pues pese a los intentos por acabar con bandas que allí operan, se siguen perpetrando y planeando múltiples crímenes en esta localidad.
Su ubicación geográfica la hizo “ideal” para que el hampa operara, en vista de que hampones crearon una especie de búnker desde donde pueden observar fácilmente quién entra y sale del sector que está ubicado en el kilómetro 28 de la Panamericana.
Los modus operandi de las pandillas que aquí se enconchan, va desde amenazar a dirigentes vecinales y demás habitantes para que les avisen de cualquier operativo o visita policial, hasta tener gariteros que se encuentran activos las 24 horas del día.
Fuentes confidenciales que hacen vida en Guaremal, relataron cómo hampones los obligan a enviar mensajes de texto para avisar que alguna patrulla ingresó al área.
“Así fue que Los Morochos pudieron prepararse para atacar a la comisión de Polimiranda que en enero fue a verificar un carro sospechoso, porque al celular de los malandros, que posteriormente fue recuperado por la policía, le llegaron varios mensajes advirtiéndoles que los policías entraron”, contó una de las fuentes. En este ataque armado, resultó muerto el supervisor agregado Alexander Reyes y otro funcionario fue herido por tiro de fusil.
Hasta el momento el crimen del uniformado sigue impune, ya que escrudiñar en callejones, vías y veredas de Guaremal, es labor casi imposible para la ley.
Situación que se evidenció la tarde del 27 de julio, cuando hampones le segaron la vida al detective del Cicpc, Ángel Espinoza, quien recibió un disparo en la cabeza mientras realizaba una serie de investigaciones junto a otros dos agentes que también resultaron lesionados.
Comunidad resguardada
En pocas ocasiones se han reportado asesinatos de vecinos, porque según se conoció, criminales ofrecen protección a la comunidad a cambio de no ser delatados.
De hecho, las bandas de piratas de carretera que asalta a toda hora camiones full de comida, que se desplazan por los kilómetros altos de la Panamericana, ocultan los rubros robados en esta zona, que posteriormente son vendidos más barato y en ocasiones regalados en ciertos sectores de Guaremal.
La barriada fue sitio de crianza y formación de los delincuentes más peligrosos de Los Teques: “El Danielito”, “El Perro”, “El Portugués”, además se ocultaron “Los Morochos” por largo tiempo y otros tantos que siguen haciéndose escuchar.
Lugareños han quedado embarcados por la Operación de Liberación del Pueblo (OLP), que ha sido constantemente solicitada. En cuanto a operativos policiales, también criticaron que autoridades se han quedado cortas en su realización.
“Sabemos bien que la policía quiere acabar con las bandas que operan en Guaremal, porque nos lo han hecho sentir, pero no entendemos por qué no terminan de tomar el barrio”, dijo un dirigente vecinal.
En una eventual OLP, habitantes que desean que la tranquilidad vuelva a ser la dueña de su zona, dijeron que es necesario el apoyo aéreo pues la comunidad colinda con una extensa área montañosa que es usada por el hampa para huir hacia el estado Aragua. También les funge como guarida y escondite para secuestrados./Glorimar Fernández/lb/Foto: Jesús Tovar/