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Acorralan a aberrado

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Periodistas de Avance

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GLORIMAR FERNÁNDEZ

A punto de tomar la justicia por sus propias manos estuvieron residentes de Lagunetica, al volverse a encontrar al sujeto que intentó varias veces subir a la fuerza a jovencitas al carro que conduce.

Las alarmas estaban encendidas desde hace semanas, pero no fue hasta el pasado viernes que fue visto cara a cara por la comunidad, cuando salvaron de sus brazos a una niña de 13 años que gritaba con todas sus fuerzas para evitar que se la llevara en el automóvil color azul marino que conduce.

La jovencita es estudiante de la U.E Tomás Rafael Jiménez y fue interceptada por este sujeto minutos después que salió de clases y caminaba hacia su casa. Desde ese momento, tanto sus padres como lugareños estaban ojo pelao ante una nueva aparición.

En esta ocasión fueron estudiantes varones de dicha institución los que evitaron que sucediera una desgracia. La tarde de este miércoles, el individuo interceptó a dos muchachas de 13 años y a la fuerza las quería subir al vehículo, un Volkswagen de placas MSK-79L.

Apenas se percataron que se trataba del mismo sujeto que la semana pasada pretendía raptar a su compañerita, se defendieron como pudieron mientras los estudiantes que vieron la acción a lo lejos corrían a su socorro.

El sospechoso intentó huir pero los jóvenes se lo impidieron, la comunidad se unió y lo cercaron dentro de su vehículo.

Polimiranda llegó enseguida y trasladó al sujeto al interior de su comando, mientras controlaban a la turba.

“No podemos dar el nombre de esta persona porque no nos consta que se trate de un aberrado, tenemos que atravesar todo el proceso legal para poder detenerlo, pero mientras tanto se encuentra bajo custodia”, dijo uno de los funcionarios a vecinos aglomerados a las afueras.

Se trata de un hombre de unos 65 años de edad, que fue reconocido tanto por vecinos como por liceístas por merodear los alrededores de la unidad educativa  y otros sitios que frecuentan niñas. A una se la intentó llevar a la fuerza y a otras tres las invitó a subir a su carro para “comerse un dulce”.

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