El estadounidense fue miembro del Rock and Roll Hall of Fame desde 1998 y falleció a los 77 años al bajarse del escenario en el Teatro Lara de Madrid
The Rolling Stones, Paul McCartney, Ringo Starr, Otis Redding, The Who… Pocos artistas pueden presumir como Allen Toussaint, fallecido anoche en Madrid, de haber alcanzado con su oficio a tantos y tan insignes colegas de profesión, ya fuese como productor o autor de canciones enraizadas en el Mississippi.
El estadounidense, miembro del Rock and Roll Hall of Fame desde 1998, no cumplió la fantasía de numerosos músicos, pero casi, al fallecer solo unos minutos después de bajarse de un escenario, en del Teatro Lara de Madrid, tras el último concierto de una lista que se alargó hasta sus 77 años, quién sabe si buscando ese destino.
Nacido en 1934 en Nueva Orleans, su particular estilo de rythm and blues no habría sido igual de haber llegado al mundo en otro lugar. “Nueva Orleans tiene muchísima relevancia en el sonido de mi música”, comentaba a Efe en una entrevista a propósito de su penúltimo disco, “The Bright Mississippi” (2009).
“Aunque me encanta el jazz y siempre ha estado alrededor de mi música, nunca había considerado la posibilidad de hacer un disco de jazz por mi cuenta”, diría de este trabajo de clásicos del estilo.
En la ciudad del brillante río se modeló su sonido bajo el influjo de Professor Longhair, conocido por su combinación de ritmos hispanos y caribeños y ese estilo híbrido de piano “rumba-Boogie” en el que la mano izquierda hacía las veces de percusión robusta y pesada.
Entre sus primeros éxitos en los años sesenta como autor de canciones se encuentra Working in the Coal Mine, que Lee Dorsey llevó al número ocho en EE.UU. en 1966. Fueron también los años de Ruler of My Heart, grabada por Irma Thomas, los de A Certain Girl, grabado como cara B en el debut de The Yardbirds, o los de Fortune Teller, versionado, entre otros, por los Stones y The Who.
Ya en los setenta, sus discos en solitario se vieron salpicados por el funk, como se aprecia en su disco Toussaint de 1971 o Life, Love and Faith, un año después. Además, abrió su abanico de colaboraciones a artistas de más allá de su ciudad, como Robert Palmer y Willie DeVille.
En 1975 su camino se cruzó con el de la formación femenina Labelle, que capitaneaba Patti LaBelle, y les produjo su álbum más exitoso, Nightbirds, con una combinación de R&B, pop, rock y funk que llegó a su apoteosis en el corte más celebrado del mismo, el archiconocido Lady Marmalade.
En esa década Toussaint consiguió también un número 1 en EE.UU., aunque fuera de manera indirecta. Southern Nights, el tema sobre las noches estrelladas de su infancia y que dio título al que él dijo que era su mejor disco, alcanzó esa posición en la voz de Glen Campbell en 1977.
Su mirada pocas veces se apartó de su ciudad natal, incluso después de fijar su residencia en Nueva York tras el desastre del Katrina. Por ese motivo participó en Our New Orleans (2005), disco en favor de las víctimas del huracán.
Un año después, volvería allí para grabar junto a Elvis Costello la que es probablemente su última gran aportación discográfica, “The River in Reverse”, nominado al mejor álbum de pop vocal en los Grammy. Songbook (2013) quedará para la posteridad como su último disco.
Fuente: EFE