* Una chiva puede costar entre Bs. 50.000 y Bs. 100.000

ILDER MAESTRE

La grave crisis financiera complementada con el espiral inflacionario ha afectado a todos los ámbitos económicos de los mirandinos, sin embargo el parque automotor es uno de lo más golpeados, donde el costo de un caucho nuevo se encuentra manejado por comercios y terceros a través transacciones de compra y venta en divisas extranjeras.

Ante esta situación, las famosas “chivas” o cauchos que tienen menos de un 50% de vida, han tomado un auge evidente en los últimos tiempos, para muchos ha resurgido esta opción momentánea para poder movilizarse en sus vehículos mientras reúnen el dinero suficiente para adquirir uno de paquete.

El mecánico Aníbal Rodríguez, quien hace reparaciones en una cauchera en la vía hacia Ramo Verde en la avenida Víctor Baptista manifestó al respecto “los dueños de carros al verse de manos atadas por la dolarización de cauchos, acuden para el taller a comprar sus chivas porque son más baratas y así pueden rodar el carro durante un tiempo, estos cauchos viejos aguanta según el recorrido que le den, pero tampoco son muy seguros porque la mayoría están lisos”.

Sobre el precio de este artículo enfatizó “un rin 14 para carro pequeño puede costar Bs. 50.000, rin 15 Bs. 100.000, rin 16 para camionetas grandes unos 15 dólares, y rin para camión 8.2 unos 30 dólares”.

Otra opción que ha surgido es el famoso “reencauchamiento” a lo que expresó “este método no es muy seguro, tampoco se recomienda ya que en cualquier momento puede explotar y causar un accidente, si es para rutas cortas como por ejemplo de San Pedro de los Altos al centro de la ciudad y manejando a baja velocidad se puede hacer el trabajo por Bs. 30.000.

Sobre las ventas y afluencia de clientes finalizó “algunos días son buenos otros malos, todo prácticamente se resume a la disponibilidad del dinero de las personas, lo que si noto son muchos carros accidentados, ya sea por falta de repuestos, fallas o por falta de cauchos”.

Fotógrafo: Kelvin Izquierdo

Close Up: Aníbal Rodríguez, mecánico