En la parte alta de la comunidad Ayacucho, cerca del área de los talleres, en Los Teques, vive el señor Mario Cuevas, de 76 años.

Postrado en una delgada gomaespuma que está montada sobre cestas verduleras y se arropa con insalubres cobijas, aguardando a diario por la poca ayuda que algunos vecinos de la zona le suministran.

Él, quien trabajó por 25 años en un taller mecánico donde además vivía, pretende ser desalojado por el dueño del negocio que asegura entregará el inmueble a los propietarios del terreno. Y, aparentemente no quiso reconocerle ningún pago, ni ayuda de ninguna índole.

“Es inhumano que quieran echarlo a la calle así por así, solo porque está enfermo. No puede caminar, sufrió un infarto y se le imposibilita poder evacuar. Está en una situación precaria y muy preocupante, una vecina y yo subimos a echarle una manito, pero nos da mucha tristeza verlo en ese estado. Necesita comida y medicinas constantes”, relató a Avance Ana María Guiza, amiga defensora de Mario.

Las condiciones en las que habita este adulto mayor son deplorables. Este miércoles, cuando fue visitado por sus vecinas, presentó taquicardia y vomitó con sangre.

Avance conoció que existe una tercera persona que también se solidariza con Cuevas que vive debajo de un tanque, pero está prácticamente en iguales circunstancias que él. Vive solitario, en un autobús, amerita cambios constantes en una sonda que pende de su abdomen.

“Estoy tratando de buscar ayuda, a ver si alguien se apiada de él, está a la buena de Dios”, finalizó la angustiada dama.