Desde que se comprometió con el príncipe Harry, Meghan Markle ha sido uno de los personajes de la realeza inglesa más asediados por la prensa y, al parecer, tampoco es muy querida por los trabajadores del palacio. La llaman apodos como Me-Gain (un juego de palabras en inglés sobre la subida de peso por el embarazo), Duquesa difícil y Huracán Meghan.