El gobierno argentino volvió a desestimar que el país se encuentre en una situación de default tras fracasar la negociación judicial con los llamados “fondos buitre”, los bonistas que en dos ocasiones rechazaron una reducción en el monto adeudado.
“Se dice que hay default para arrinconar a Argentina”, declaró el viceministro de Economía, Emmanuel Álvarez Agis, uno de los funcionarios a cargo de la negociación con los holdouts junto al ministro del área, Axel Kicillof. En diferentes reportajes radiales reproducidos por el portal de noticias de la Presidencia, Álvarez Agis reiteró que el Estado argentino “pagó su deuda” a quienes en su momento aceptaron la reestructuración del monto, pero culpó al juez estadounidense, Thomas Griesa, de “bloquear el pago” de 539 millones de dólares realizado a fines de junio en las cuentas del Bank of New York (BONY). El viernes, el juez Griesa, sin embargo, autorizó a que la entidad bancaria libere parte del dinero depositado por Argentina en sus arcas para pagar a los dueños de los bonos emitidos bajo la ley argentina y que no están contemplados en la jurisdicción legal de Estados Unidos.
“Es una negociación difícil, sobre todo cuando el mediador está del lado del otro. Lo único que le faltaba a Pollack era ponerse la camiseta de los buitres, tirar el centro y cabecear”, dijo Álvarez Agis, que utilizó una figura futbolística para criticar el rol del mediador en el litigio. Argentina, por otra parte, confirmó que analiza presentarse ante la Securities and Exchange Commission (SEC) de Estados Unidos para que investigue si existió algún tipo de delito económico o financiero a partir del fracaso de la negociación con los holdouts.
El Ministerio de Economía había emitido un comunicado en el que mencionó la posibilidad de que los “fondos buitres” hayan obtenido “por sí o través de terceros ingentes beneficios” después de que Argentina, para las calificadoras de riesgo internacionales, cayó en “default selectivo” o “suspensión de pagos selectiva”.