Norma Longa se siente casada con este diario
“Apenas se abrió la sede de Avance, en la calle Falcón, comencé a trabajar de la mano de Rómulo Herrera para su empresa”. Así lo manifestó Norma Longa, una dedicada, consecuente y carismática mujer que describe sus pasos por este medio de comunicación “como una de las más bonitas experiencias de su vida”.
Entró en ese entonces, a trabajar como recepcionista y manejar a su vez el área de los clasificados. “Tuve la valiosa oportunidad de conocer a importantes periodistas y reporteros gráficos como Joel Aranguren, Elcida Crespo, Jessika Fernández, Daniel López Méndez, María Elvira Marval, Carmen Terán, Álvarez Vitta, ‘Cachucha’, Gustavo Ramírez, ‘Zorro’ Aquino y muchos otros que recuerdo con cariño, éramos una bonita familia”.
Con una pícara sonrisa rememoró aquellos tiempos en los que luego de la jornada laboral se iban en cambote a compartir un ameno rato al club Avance. “Pienso que a ese sitio terminaron bautizándolo con este nombre porque todos los del diario vivíamos metidos allí, entre momentos muy sanos y agradables”. Asimismo, se refirió, con mucho entusiasmo, al gran aprendizaje que obtuvo al ocuparse en Avance.
“Allí, por primera vez, trabajé con una computadora, aún se usaban las máquinas de escribir, pero para los efectos del control y procesamiento de los clasificados era imprescindible estar al día con la tecnología; recuerdo que me costó muchísimo iniciarme en eso, sin embargo Atahís González me orientó con mucha paciencia y compromiso, estuve al frente de esa área como por cuatro o cinco años, aproximadamente”.
Una de las anécdotas que más recuerda esta trabajadora mujer es la de haber sido “la asistente personal” de uno de los periodistas más cotizados del diario. “Jamás voy a olvidar la agenda tan apretada que tenía Ronald Peñaranda y los líos en que me metía para justificarlo o a veces ocultarlo de la gente que con insistencia lo buscaba cuando él estaba más ocupado”.
Explicó que mientras el resto de los redactores llegaban, montaban sus notas y se iban; él pasaba un tiempo largo pateando calles y buscando información con sus fuentes políticas, desde bien temprano.
“Eran tantas sus ocupaciones que yo tenía que ingeniármelas para excusarlo, afortunadamente le gustaba mi trabajo, me tuvo y me tiene mucha confianza; de hecho a raíz de eso consolidamos una muy bonita y sincera amistad, es como un hermano para mí. Yo lo quiero muchísimo, donde me ve se para a saludarme con mucho cariño”.
El buen hijo…
Pero como no todo en la vida es eterno, así reza el dicho, Norma debió partir hacia otros rumbos y experimentar con otras experiencias; sin embargo, el buen hijo siempre regresa a su casa y ella no fue la excepción a la regla.
Aunque su retorno no fue de manera directa, porque primero entró a contribuir con la campaña política que llevaba adelante el entonces director del diario, luego pasó a trabajar en la casa de él para hacer gala de sus dotes culinarios, a la final pasó a ser parte nuevamente de la nómina del diario.
“Tras dejar el cargo de coordinadora de Deportes en el Internado Judicial de Los Teques, apoyé a Rómulo en el área de Ayudas Sociales; culminó la campaña y me fui a trabajar, como personal de confianza, a su casa, hasta que surgió la posibilidad en 2003 de integrarme al equipo de mantenimiento de Avance. Hice una excelente dupla con Judith Rincón, en ese cargo duré como un año”.
Señaló que el grupo que encontró a su regreso era completamente distinto al que conoció en la sede de la calle Falcón. “Aún así se conservaban algunos de ellos, tal es el caso de Peñaranda y Carmencita, no obstante los nuevos personajes también eran muy profesionales y agradables, me encontré con Carolina Espidel, a quien estimo bastante”.
Arraigo total
“Avance, para mí es un gran centro de aprendizaje donde a la vez pude hacer grandes amigos. Trabajar con las noticias es algo delicado e importante, me consta que aquí la veracidad ha sido lo primero, denuncia que yo recibía en la recepción era procesada con mucha objetividad y se publicaba tal como la ponía la gente”.
El afecto de Norma con esta empresa es tan leal que confesó ser incapaz de adquirir en un quiosco otro periódico que no sea Avance, “ahora lo veo más por Internet que en físico, pero para mí primero es mi gente”. Actualmente, ella labora en el departamento de Atención al Ciudadano del Cuerpo de Bomberos del estado Miranda, donde suma 12 años de labor ininterrumpida.
Expresó su satisfacción por el reciente 30 aniversario de ésta, su segunda casa. “Deseo que sigan adelante, deben continuar marcando la pauta informativa en nuestra ciudad, para la gente de Los Teques es una referencia noticiosa obligatoria y eso no debe cambiar jamás, pienso que el diario Avance es un ícono y como tal hay que valorarlo”./MS/no/Foto: Alexander Offerman/