Los zapatos o botas ortopédicas son un calzado que ayuda a corregir los problemas existentes en los pies, como el enderezar o dar fuerza a la pisada. No obstante, a pesar de que muchos niños lo requieren, la clientela en estos centros ha disminuido.
Bárbara Yánez, encargada de la tienda ortopédica Otosan en la calle Miranda declaró que “La cantidad de clientes, desde el inicio de la pandemia ha sido flojo, las personas prefieren ponerles los zapaticos a los niños en lugar de comprar las botas”.
“Como la prioridad ahora es la comida, aunque se le evalué al niño y se le receten las plantillas o las botas, las personas prefieren gastar ese dinero en comida y buscar algo más casero, sin embargo, si hay personas que hacen un esfuerzo para comprarlos”, comentó.
Indicó: “Mantenemos los precios bastante accesibles, la bota más barata la tenemos en $30 y la más cara $40. Mientras que en el mercado la bota más económica ya está en $70 o hasta $80”.
Explicó que, con referencia a años pasados, la cantidad de trabajo es casi nula. “Antes hacíamos semanalmente hasta diez botas, ahora se hacen dos, máximo cuatro. Y como los niños casi no salen de sus casas, no lo ven tan necesario o buscan esas otras alternativas”. /AGC/ya