Croacia logró el pase a los octavos de final del Mundial de Catar como segunda del grupo F tras empatar sin goles frente a Bélgica, que se queda fuera a las primeras de cambio contra todo pronóstico.
Roberto Martínez cambió su esquema en busca de darle algo diferente a su equipo, pero fueron los balones largos los que predominaron en el juego belga. Y ahí, Kevin de Bruyne no puede aportar nada.
En la única jugada en la que le llegó el balón con ventaja condujo a campo abierto y cuando parecía que se le habían cerrado las opciones, encontró a Mertens, quien delante del guardameta Dominik Livakovic mandó el balón arriba en el minuto 13 de partido.
Bélgica se estiró, revivida por un par de acercamientos gracias a las ventajas que genera Lukaku y por la necesidad de ganar para estar en octavos. Y Croacia avisó. Disparos de Kovacic, Brozovic y Modric que despejó Courtois en su partido número 100 con los ‘diablos rojos’.