Periodismo de Soluciones

Bernabé Álvarez el médico de los instrumentos musicales

orejita

Publicidad

Picture of Por:
Por:

Periodistas de Avance

Comparte esta noticia

Han pasado 45 años desde que este invaluable personaje se ha dedicado a la creación de arpas

De entrada y en un ambiente lleno de naturaleza, con muchas piezas de madera, se pudo establecer una cómoda y agradable conversación con Bernabé Álvarez, un altomirandino de pura cepa, apasionado por la música venezolana, canta, toca instrumentos de cuerda, humilde, productor y reconocido luthier de arpas.

Han pasado 45 años desde que este hombre se ha dedicado, en cuerpo y alma, a las arpas; hacerlas, repararlas y consentirlas es su mejor placer. Pues desde muy pequeño veía a su papá hacer lo mismo, es por esto que desde siempre le ha gustado esta profesión que tantos frutos le ha dado.

Su infancia transcurrió entre juegos y mucha diversión, sin dejar de lado el interés que sentía al ver todo lo que hacía su padre. Oriundo de Cocorote, San Diego de Los Altos, estado Miranda, ha recibido diferentes premios entre ellos el título de la Orden Guaicaipuro en su primera clase, por ser el Cultor Nº 1 del estado.

“Nací en estas tierras el 11 de junio de 1952 y aquí me quedo. Me empezó a llamar la atención la música a los 10 años, más o menos, pero tenía un interés especial en los instrumentos de cuerda como el arpa, cuatro y la guitarra. Mi papá fue mi maestro en este oficio, él las afinaba pero no las tocaba”.

Éste incomparable ser humano empezó a tocar con una guitarra pequeña que fue hecha por su padre, luego le compró un cuatro y al pisar los 17 años conoció al amor de su vida, que es el arpa, “con la que aprendí era una pequeña, como unos amigos míos ya sabían tocarla, ellos fueron los que se encargaron de enseñarme poco a poco y con el oído me fui puliendo, hasta que empecé a afinarlas yo solo”.

Al pisar los 20 años, quiso realizar su primera arpa y lo logró. “Aún conservo la primer arpa que hice ya va cumplir 45 años, es pequeña, pero el valor que ella tiene para mí no se compara con ninguna”.

Se arriesgó a realizar arpas cada vez más grandes y fue cuando él y un tío se dieron cuenta que tenía madera para esto. Recordó que con el pasar del tiempo fue modificando detalles hasta llegar a donde está en la actualidad; un excelente luthier con una trayectoria invaluable.

“Yo he hecho tantas arpas que no sé cual es la más especial. Cada una tiene algo que la diferencia de otras. Tienen su propio sello y busco la manera de que cada vez suene mejor”.

Tener una cantidad exacta de cuantas arpas ha realizado con sus propias manos es una pregunta que lo puso en duda por unos segundos, pero aseguró que son más de 100 instrumentos, sin contar las que ha reparado que son muchos. Contó que le han llevado guitarras, cuatro y arpas bastante graves, pero él con sus maravillosas manos ha logrado recuperarlos.

Vena cultural

Explicó que viene de una familia muy grande la cual está constituida por ocho hermanos donde casi todos son músicos, debido a que crecieron con esa vena artística valorando el país y sobretodo su música y cultura.

De todos sus hermanos, él fue el único que se dedicó por completo al arte de hacer arpas al igual que supapá. “Todos sabemos de tocar algún instrumento, pero el que se quedó de lleno en esto fui yo y de aquí no me saca nadie”.

Asimismo, aseveró que tiene cinco hijos, y que al igual que él crecieron rodeados de la cultura venezolana especialmente de su folklore. “Uno de ellos toca maracas y cuatro, otro aprendió hacer las arpas, sin embargo no le gustó el trabajo, toca las maracas, otro toca cuatro como también es cantante y una de mis hijas es joropera”.

“A veces canto, pero lo mío es más que todo tocar. He estado en diferentes presentaciones y eventos culturales. El último espectáculo fue el 16 de este mes, en la Casa de la Cultura de San Diego”.

Si de arpas se trata este hombre entrega su vida de ser necesario por ellas, desde la más chiquita hasta las más grande, para recuperarlas y que suene como debe sonar, al momento de hacerlas se fija en el más mínimo detalle por el simple hecho de que si está quedando mal la vuelve hacer.

“Mi trabajo debe llevar mi sello original. La llanera tiene 32 cuerdas y la mirandina tiene 24, lo que quiere decir que cada una lleva una dedicación diferente, pero con el mismo valor y la misma finalidad”.

Aseveró con orgullo que ha elaborado arpas para personas que se acercan a él de diferentes localidades como la Colonia Tovar, Paracotos, Carrizal, San Diego, Carayaca y Altagracia de Orituco.

Genio de la madera

Su trabajo es tan completo que él mismo busca la madera la talla y hace lo que tiene que hacer. “La madera que se usa para la caja de resonancia la pega y las cuerdas es lo único que yo compro, el resto todo es a mano. Ojalá y tuviera la oportunidad de aprender hacer las cuerdas, están saliendo cada vez más costosas”.

Si de metas o sueños se tratan, este maestro comunicó que siente que ha cumplido todos los que tenía en mente señalando que ama lo que hace. Este médico de los instrumentos expresó que es realmente feliz reparando cuatro, arpas, maracas y guitarras.

“Es un orgullo que mis instrumentos viajen a otras ciudades, por ejemplo en Maracay hay una, eso quiere decir que mi trabajo es reconocido y eso me llena. Hace poco reparé una de pies a cabezas, una señora que conoce a mi hija la había mandado hacer, pero estaba mal hecha y yo la puse a sonar”.

Por la situación que atraviesa el país aseguró que el negocio se ha visto afectado, sin embargo agregó que no solo se ocupa del arpa. Le gusta la siembra y realizar diferentes cosas con madera como bateas, sillas, pilones, cacha de machetes, cuchillo sin salir de su área de confort.

Como consejo les desea a las personas que están iniciando este trabajo con las arpas que se entreguen por amor al trabajo y que se integren más a la cultura venezolana, y sobretodo que aprendan primero que nada a tocar los instrumentos de cuerda y que aprendan a tallar la madera. “Busquen la manera de encontrar a una persona que tenga experiencia. Mis conocimientos están a la orden para quien desee aprender”./Rosangel Rebolledo/no/Foto: William Sánchez/

Noticias relacionadas