Los arqueólogos han descubierto a bordo de un buque hundido en las costas italianas entre 2.000 y 3.000 ánforas que contenían la salsa favorita de los romanos.
Durante el examen de los restos de un buque mercante romano hundido a cinco kilómetros de la actual ciudad italiana de Alassio entre el primero y el segundo siglo de nuestra era, los arqueólogos encontraron una carga peculiar, informa el portal Discovery News.
Los científicos sugieren que varias ánforas descubiertas entre los restos contenían garo, una salsa de pescado utilizada a modo de aliño en multitud de platos, una especie de kétchup o mayonesa de la Antigüedad. Irónicamente, ahora las ánforas, cuya cantidad se estima entre 2.000 y 3.000, sirven de refugio para las peces. La propia salsa no se conservó.
Los mayores centros de producción de garo se encontraban en la península Ibérica, lo que permitió a los investigadores concluir que el buque realizaba la ruta península Ibérica-Roma. La salsa se producía en piletas excavadas intercalando capas de sal y vísceras generalmente de atún, aunque también podían ser de caballa o de otros peces. El garo no solo era apreciado por su sabor, sino también por sus propiedades curativas. Se comía a diario como sustituto de la sal, más cara en aquella época.