05/10/15 .-  En un terreno ubicado frente a la plaza El Indio, entre las rutas 2 y 4 de Los Nuevos Teques, los vecinos aspiran a que se construya un complejo eclesiástico en honor a San Juan Pablo II.

Para ello ya registraron una asociación civil, que a través de verbenas y otras actividades recaudará fondos para materializar la obra.

El lote pertenece a la urbanización, pero en la década de los 90 fue tomado de manera indebida por una empresa que pretendió desarrollar un proyecto habitacional, cuyos dueños fueron señalados de incurrir en estafa inmobiliaria.

El 5 de mayo de 2012, la Vicepresidencia de la República tomó posesión del espacio, alegando que llevaba baldío más de 12 años.

En aquel momento, se conoció que las tierras fueron cedidas a la Fundación de Capacitación e Innovación para apoyar la Revolución Agraria (Ciara), ente adscrito al Ministerio de Agricultura.

Allí estaba prevista la ejecución de un parque agroecológico y de un proyecto relacionado con alimentos orgánicos, que hasta la fecha no se ha concretado.

Ese mismo año, los residentes iniciaron una batalla con un grupo de 31 familias que invadió un área colindante con El Vigía.

A ellos los señalaron de demarcar parcelas y arrojar aguas negras hasta el punto de formarse una laguna putrefacta, problema que persiste tres años después.

En 2015, miembros del consejo comunal comenzaron a moverse ante los autoridades locales para darle un mejor uso al solar.

Además del santuario, planean la edificación de un salón de usos múltiples, un parque infantil y habilitar una zona para sembrar árboles.

Vecinos asumen compromiso

Ya la comunidad dio un primer paso al crear la asociación civil, que quedó conformada de la siguiente manera: diácono Luis Hernández (presidente), Antonio Hernández (tesorero) y Diana Ivón Rabbat (contralora).

La buena nueva fue anunciada con una misa celebrada en uno de los salones de fiesta del sector, donde se concentró un nutrido grupo de vecinos que se comprometió a impulsar la iniciativa.

“No queremos iglesias vacías, de grandes altares como las europeas, queremos una iglesia viva, en la que cada uno de sus feligreses irradie bondad”, señaló el diácono Hérnandez durante el acto religioso./ac

 Por: Ronald Peñaranda / Foto: Alejandra Ávila