Sector económico busca nivelar las tendencias de alza de costos

DORIANA BORREGO

A casi un año de haber entrado en vigencia la implementación del Impuesto a las Grandes Transacciones Financieras (IGTF), se extendió el plazo de las exoneraciones a remesas y otros trámites, lo que ha atraído nuevamente la atención del sector comercial, que esperaba que este modo de gestión fuera inutilizado para disminuir el proceso inflacionario actual.

“El IGTF no debería ser renovado, es un impuesto inflacionario. El objetivo que se tenía trazado no se cumplió, debería reconsiderarse la alícuota o simplemente no dar un nuevo plazo de función”, señaló Tiziana Polesel, presidenta del Consejo Nacional del Comercio y los Servicios (Consecomercio).

El desacuerdo con respecto a las medidas tomadas el pasado 23 de febrero, se hace cada vez más notorio, por lo que diversos miembros del rubro han demostrado su perspectiva.

“Debería eliminarse, eso sí contribuiría, a ver si podemos incentivar un poco más el consumo, ya que, el principal problema que tiene el ingreso de los trabajadores es lo rápido que se pulveriza ante  todas las tendencias negativas”, agregó.

Pequeños y medianos comerciantes han demostrado su preocupación con respecto a la continuidad dada a la gestión de este impuesto que representa el 3% de las transacciones que cuentan con las características englobadas en el IGTF.

“Muchos ni tenemos las máquinas todavía, otros no sabemos cómo usarlas y realmente esto lo que ha hecho es limitarnos más al momento de renovar la mercancía o mantener nuestras tarifas, es muy difícil enfrentarse a un mercado que tiene una sed voraz, estamos sobreviviendo en lugar de generar una holgura que nos permita planificarnos establemente”, explicó Félix Andrade, comerciante.

El desconocimiento con respecto a esta medida, su uso, las características y su funcionamiento continúa reinando en la población. Muchos siguen sin saber que representa esto para la economía y como afecta esto de forma individual a cada uno.

“Es una medida que a pesar de tener casi un año en función, no ha generado un impacto positivo, se ha convertido en otro factor dentro de esta economía inflacionaria. Sin una evaluación de la alícuota, un análisis a los índices y necesidades del comercio, la renovación es realizada en vano, incluso es negativa para algunos grupos”, señaló Misael Moreno, economista./at