La Cofradía que lo resguarda fue ascendida a Patrimonio Inmaterial del municipio

En un rincón de la Catedral San Felipe Neri de Los Teques yace una de las imágenes católicas que más fervor causa entre sus creyentes. Se trata del Nazareno, que desde hace 200 años envuelve a miles de personas en su aura milagrosa.

La fe hacia esta efigie que es expuesta a sus fieles cada Miércoles Santo en una procesión que recuerda el camino de Jesús hacia la Cruz, es resguardada y fomentada desde hace 60 años por integrantes de la Cofradía de la Sociedad del Santo Nazareno, organización que este domingo 17 de marzo fue reconocida con el título de Patrimonio Cultural Inmaterial de Guaicaipuro por autoridades de la Alcaldía y el Concejo Municipal, en un acto encabezado por Farith Fraija (alcalde) y Minerva Pérez (presidenta de la Cámara).

Francisco Ramírez, presidente de la Cofradía, recibió con emoción y compromiso tal reconocimiento a la trayectoria de los guardianes de esta tradición local.

El grupo cumple 60 años de servicio y él suma 50 de sus años de vida dedicado a la tradición que también extiende su mano amiga durante todo el año a comunidades necesitadas con la donación de alimentos, medicinas, juguetes y ropa. También visitan hospitales y otros sitios en los que expanden su fe.

La imagen del Nazareno pesa alrededor de 50 kilos y para cada procesión, se unen 35 hombres miembros de la Cofradía, que cargan en sus hombros la imagen con la Cruz y la plataforma adornada en flores que la sostiene, como muestra de su devoción.

Formar parte de la prestigiosa agrupación le permitió a Francisco Ramírez ser testigo de los milagros del Nazareno de Los Teques, que cada año son agradecidos por la feligresía con placas, cartas, dibujos, flores y muestras de sumisión.

Testimonios

Entre el pliego de milagros que atribuyen a esta manifestación religiosa, Ramírez recordó a un hombre proveniente del estado Bolívar que llegó a la Catedral buscando consuelo porque su hija atravesaba una enfermedad y se encontraba hospitalizada en Caracas.

Originalmente fue a la procesión del Nazareno de San Pablo, pero ante la multitud que lo rodeaba, pidió que le informaran de otro Nazareno milagroso y fue allí cuando le hablaron de la imagen de Los Teques. El hombre llegó a la Catedral, se arrodilló en silencio por varios minutos y se fue.

El presidente de la Cofradía fue testigo el año siguiente de la visita de la misma persona, pero en esa ocasión regresó con su hija sana y con una piedra de cuarzo enorme, que trajo de su tierra para agradecer el milagro.

Fe que traspasó generaciones

Jesús Vargas, vicepresidente de la Cofradía, detalló a Avance que la familia Reverón, a la que pertenecía su tatarabuelo, trajo la imagen desde España hasta Los Teques.

La instalaron en su casa ubicada en el casco central para rendirle culto y como la fe entre los vecinos fue en aumento, en 1912 deciden donarla a la Catedral San Felipe Neri, que en ese entonces estaba a cargo del presbítero Hilario Cabrera.

Pasó varios años en el templo hasta que los Saint-Pasteur, otra familia autóctona de Los Teques, decide encargarse de su cuidado y ornamento. Esta labor pasó de generación en generación y hoy en día se encuentra en manos de Cecilia Arleo, descendiente de esta familia.

En la larga lista de milagros del Nazareno, también figura el de Carlos Muller, socio de la Cofradía, quien debía someterse a una cirugía para que le extrajeran un riñón. Antes de hacerse los estudios preoperatorios, decidió encomendarse al Nazareno para que revirtiera el diagnóstico. Cuando llevó los estudios al médico, este le indicó que sorpresivamente ya no había que extraerle el órgano porque estaba sano.

Durante estos 60 años la imagen es acompañada de decenas de orquídeas, entregadas por la misma feligresía. Por las seis décadas de la agrupación, este año agregarán rosas blancas. La recepción de las flores se hará en una semana.

Reúne a todas las posturas

Santiago tiene 12 años y es el integrante de menor edad de la Cofradía, mientras que Kiko y Esperanza ya tienen 80 años y aún forman parte de este grupo que ya es Patrimonio del municipio. Pero la procesión del Nazareno cuenta con la particularidad de reunir a una extensa comunidad que no sólo abarca a la católica, sino que suma a miembros de otras religiones y a escépticos que se ven atraídos por la escenificación que cada año se hace del Jesús humillado y torturado que, sabiendo su destino, carga a cuestas su pesada Cruz.