Adquirir un local físico es un sueño cada vez más lejano para muchos
DORIANA BORREGO
“Cuento con todo el papeleo necesario para tener mi emprendimiento legal, estoy ofreciendo mis productos en ferias, también en vías online y no me rindo. Pero ciertamente es bastante duro salir adelante en la dura realidad en la que tratamos de surgir”.
Señaló Martina Jerez, quien desde hace algunos años se ha mantenido a flote en el mercado de los emprendimientos nacientes, por lo que se ha tenido que enfrentar a distintos inconvenientes como las altas tarifas a cancelar por impuestos, la adquisición de la mercancía y todos los permisos que deben usarse para establecerse como un comercio legal y vigente.
“El año pasado logré llegar a un establecimiento físico, pero tuve que retroceder porque no estaba generando lo suficiente para mantenerlo y así como me pasa a mí, le ha pasado a varios compañeros que no hemos logrado alcanzar esa meta”, dijo.
Lo que para muchos ha sido una oportunidad para generar ingresos extra y poder cubrir sus gastos, para otros se ha convertido en un dolor de cabeza ante las dificultades que azotan cada vez a más comerciantes.
“El precio de las cosas cambia, el dólar también, lo que la gente está buscando a veces no es lo que tu ofreces y así estamos día tras día, el que piense que empezar en este mundo es sencillo, está errado, hay que ponerle mucho corazón y saber resolver, porque las cosas en el mercado actual, no están dadas para el surgimiento incluso con las políticas de apoyo a los pequeños y medianos comerciantes”, comentó Gabriel Durán quien vende distintos dulces al mayor y al detal para pagar sus estudios.
A pesar de las complicaciones asociadas al establecimiento de un negocio propio el presidente de la Cámara Venezolana de Franquicias (Profranquicias), Ricardo Antequera, destacó que el emprendimiento continúa muy activo.
Además, añadió que los problemas para este sector son bastante similares a los de comercios ya posicionados en el mercado, siendo la voracidad fiscal y el acceso al combustible dos de las más grandes limitantes, por lo que proyectar planes de acción a largo plazo resulta casi imposible para quienes cuentan con un presupuesto limitado. Foto: Víctor Gil