«Por supuesto que no», respondió el primer ministro, Irakli Kobajidze, a los periodistas que lo cuestionaron sobre si el gobierno, acusado de deriva autoritaria prorrusa, aceptaría organizar nuevas elecciones.
La exrepública del Cáucaso celebró elecciones legislativas el 26 de octubre. El partido en el poder, Sueño Georgiano, reivindicó su victoria pero la oposición denunció irregularidades y pidió que se vuelvan a convocar los comicios. Un reclamó secundado por la presidenta del país, Salome Zurabishvili, que tiene poderes limitados.
Las protestas fueron dispersadas con gases lacrimógenos y cañones de agua y dejaron un saldo de más de 150 detenidos y decenas de agentes heridos, según la policía. Reseñó El Nacional.