El concierto íntimo que ofrecería Karina este jueves 27 de abril; es decir, mañana, en las salas de cine Cinex del centro comercial Tolón, de Las Mercedes, fue postergado, no tiene fecha precisa para su realización. Sin embargo, la situación del país interpeló a la cantante, que decidió viajar de Miami a Caracas una semana antes de lo estipulado.
“Me siento muy incómoda y avergonzada de hacerle promoción a un concierto, que es sinónimo de alegría y diversión, en medio de un momento tan convulsa como el que estamos viviendo. La realización del show está sujeta a lo que ocurra en los próximos días”, afirma la artista, representante de la generación de músicos pop de los años ochenta.
Por lo pronto, Karina habla de su más reciente producción discográfica Tequila y rosas, en el que versiona sus temas de siempre al estilo de la música ranchera y con nuevos arreglos pop.
–Tequila y rosas refleja una innovadora etapa en su carrera que, además, incluye un cambio de look.
-A mí siempre me ha gustado divertirme con lo que hago. Además, el que no cambia, se extingue. Este nuevo look es una especie de caricatura de mí misma que se opone a los estereotipos de la mujer perfecta y operada. Tengo una personalidad propia que se asemeja más a esto que ahora pueden ver: llevo tatuajes (temporales por supuesto), peinados diferentes. A lo mejor una miss se verá disfrazada, pero considero que a mí se me ve bien.
-¿En qué se inspiró para el concepto del disco?
-Esta producción la quise concebir de dos maneras. El lado A, que es Tequila, cuenta con versiones de los temas de Rudy La Scala en tonos rancheros. Así, suenan Mi vida eres tú, Por qué será, las canciones emblemáticas. Y no hay nadie más Rudy que yo. El lado B es muy pop con canciones tan rosas como mí misma. De esta manera, puedes encontrar piezas nuevas y otras icónicas de mi carrera musical.
-¿Por qué considera necesario revivir temas como Sé cómo duele y Desde mi ventana?
-De alguna forma kármica me siento atada a Rudy y a estas canciones que han definido lo que hoy en dia soy. Ellas tienen melodías que son eternas y que pueden ser cantadas por mucho tiempo más. Canciones como Sé cómo duele lo comprueban.
-¿Se siente atrapada en sus piezas clásicas?
-Todos los cantantes somos víctimas de nuestras canciones más importantes. Y como ellos, no puedo prescindir de los temas que me hicieron famosa. Este es mi pasaporte, lo que me distingue y mi bandera. No todo el mundo tiene canciones que después de tantos años la gente las sigue recordando. Yo tengo esa suerte.
-Estas canciones fueron escritas en otro contexto de país. ¿Ha pensado adaptarlas al presente venezolano?
-No. Para empezar no soy compositora, entonces no tengo la capacidad de hacerlo. Yo separo la música de mis convicciones como venezolana, como mujer, madre, amiga e incluso hija. A veces la gente pregunta: “¿No te fastidia cantar lo mismo una y otra vez?”, y la verdad es que sí, pero sé que la gente lo espera porque es un momento de comunión. Allí te das cuenta de la trascendencia de lo que has hecho. Sin embargo, uno siempre les da algo de oxígeno para que los temas se oigan mejor.
-¿No le parece extraño que se estén haciendo conciertos en las salas de cine?
-Muy raro. Pero todo se ha transformado. La gente siempre busca crear nuevas maneras de llegar al público y esta es una de ellas.
-Pero las salas de cine, al menos las venezolanas, no están adaptadas para un concierto. ¿Cómo funcionan los shows que ahora se organizan en lugares como estos?
-Durante mis primeros cuatro años de carrera me presenté en plazas y auditorios. Nunca le vi la cara a nadie, pues siempre eran multitudes de personas las que asistían. Hace aproximadamente 13 años, cuando empecé a cantar en lugares más pequeños, me di cuenta de lo divino que era estar en un lugar más íntimo y compartir de una forma más directa con quienes me han apoyado tanto. Creo que se trata de darle gracia a las cosas.
-En las salas de cine, por ejemplo, no cabe un piano. De darse el concierto que organiza Cinex, ¿cantará en vivo o se apoyará en pistas?
-Será un show totalmente en vivo. Ya lo hizo Guaco, Caramelos de Cianuro y ahora es mi turno de llevar mi música a esta nueva ventana.
Fuente: El Universal