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“La cultura define el comportamiento de una sociedad”

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“La cultura define el comportamiento de una sociedad”

Tequeño de corazón y por convicción. Así es Alejandro Sequera, un noble y extraordinario promotor que desde su niñez ha trabajado siempre por enriquecer el acervo cultural de nuestra ciudad. Hoy día y desde hace tres años funge, por segunda vez, como Director de Cultura de la Alcaldía del municipio Guaicaipuro.

“El único día que estuve lejos de Los Teques fue cuando vine al mundo, nací en Caricuao”. Toda su infancia, adolescencia y adultez han transcurrido en nuestra ciudad; estudió hasta el tercer año en la unidad educativa Guaicaipuro, para luego culminar el bachillerato en el liceo Luis Correa y más adelante graduarse en Cultca como Técnico Superior Universitario en Administración mención Mercadeo.

Recordó que cuando cursaba primer grado en la escuela participó en un festival llamado Cantaclaro, donde aprendió sobre teatro con el profesor Douglas Regalado; considera que fue allí cuando comenzó su cosquillita por las actividades culturales. “Desde ese entonces participé en todos los festivales estudiantiles que se realizaban en mi colegio y que tuvieron repercusión municipal, estadal y hasta nacional, en los cuales obtuvimos múltiples premiaciones”.

Tras consultarle el motivo por el cual disfrutaba estar inmiscuido en ese mundo refirió, “no te sé decir porque me atrapaba en aquel momento, lo que si puedo asegurar es que la cultura nos educa y ayuda a ser mejores personas, aquel que se involucra a crear cultura jamás se verá envuelto en malos pasos”.

A mediados de la década de los 90’s participó en el Festival de Teatro Infantil, Festín, realizado en Caracas que le permitió explorar una interesante visión. La de ir más allá de la actuación e involucrarse en la producción, “eso me dejó un gustico muy sabroso, que disfruto mucho más que estar montado sobre el escenario”.

Alternando talentos

“Entre una cosa y otra, mientras estudiaba teatro, me inscribieron para estudiar teoría y solfeo en la Escuela de Música de Los Teques, dirigida para aquel tiempo por el maestro Juan Bautista Carreño; debo confesar que en ese particular era muy mal estudiante, pero también reconozco que todo lo que me enseñaban allí hoy lo comprendo y valoro”.

Estudiando música, se avocó para aprender a tocar el cuatro y bajo, con esos conocimientos montó, en 1998, un grupo de aguinaldos en San Pedro de los Altos, a la par que hacía parte del elenco del Teatro Juvenil de Venezuela, que se mantuvo vigente por espacio de 10 años y que llevó por nombre Jesús, José y María.

 “Fue una experiencia muy linda, grabamos dos discos. La mayor satisfacción que eso me dejó fue formar 150 personas entre niños y jóvenes, con cero saldo negativo; es decir cuatro de ellos desarrollaron una exitosa carrera musical y el resto se fue por distintas áreas profesionales, pero gracias a Dios ninguno por el mal camino; eso es verdaderamente gratificante porque además muchos de ellos hoy me ven por la calle y me saludan con mucho afecto”.

Aseguró que se dedica a promocionar, construir e impulsar el trabajo de los demás. “Cada espectador que acude a ver una obra de teatro yo no lo veo simplemente como alguien que viene a pasar un rato diferente, sino como quien busca educarse más allá de la distracción; allí radica inclusive la caza de nuevos talentos que más adelante se involucran desde las tablas, al tiempo que los artistas y cultores muestran para ellos sus talentos, de parte y parte promovemos sus valiosos trabajos”.

Un doble sentido

Dentro de las anécdotas que han marcado pauta dentro de su vida profesional, nos contó acerca de la experiencia vivida en el Festival de Teatro que se realiza en Los Teques. “Allí se involucran a las comunidades, les dictamos talleres de actuación y resulta que aquellos que jamás había hecho teatro nos brindaban resultados sorprendentes, al punto que en muchos de ellos consolidaron sólidas agrupaciones, esa mezcla de trabajar en conjunto hace a este mundo tan maravilloso”.

Como complemento perfecto de su pasión, Sequera agregó que es un enamorado de la lectura, en especial de la literatura narrativa. “Cada libro que cae en mis manos lo leo, uno siempre necesita nutrirse, prefiero eso antes que la televisión o el cine. He hecho algunos talleres y eso me ha llevado a ser el autor de varias obras teatrales de corte infantil: Nuestra gran ciudad, Los Truculentos, Cuentoles cuéntame un cuento, Dragón Gadro, El Pesebre Criollo”.

Sequera explicó que su intención de trabajar con obras infantiles tiene una segunda e importante finalidad. “Los niños no van solos a ver una obra, siempre les acompaña algún representante y también va dirigido para ellos nuestro trabajo. Al tiempo que entretenemos y educamos a los más pequeños, transmitimos un mensaje a los adultos”.

Mientras realizaba ese interesante trabajo, también hacia lo propio con agrupaciones locales donde trabajó junto a Tanya Díaz, Ricardo Martínez, Nelson Romero, entre otros con los que hizo algunos montajes.

 Nuevos horizontes, una misma visión

Pero más allá de todo eso, jugó un papel preponderante en su vida, haber trabajado desde muy joven en la administración pública. “Desde los 20 años trabajé como promotor en la dirección de cultura de la alcaldía de Guaicaipuro, allí permanecí muchos años hasta que en 2005 se crea el instituto autónomo de cultura y el presidente de esa dependencia, Enys Peña, me ofrece, poco tiempo después, el cargo de director”.

Esa actividad la realizó hasta 2011, cuando se fue a trabajar para el Ministerio de la Cultura en Caracas, hasta que en 2013 recibió de nuevo la propuesta de dirigir la parte cultural del municipio Guaicaipuro, función que ejerce con mucho éxito y profesionalismo hasta la fecha.

“Fue una experiencia muy enriquecedora tanto personal como profesionalmente, codearse con personas del quehacer cultural de mayor renombre me enseñaron que son iguales en todo a nosotros, que buscan nuestro mismo fin y que llevan arraigado el valor de la humildad por sobre todas las cosas”.

“Por otra parte, mi labor desde acá me ha permitido hacer lo que me gusta de la mano de mi propia gente, aquí en esta valiosa ciudad de Los Teques estoy firmemente convencido de que la cultura no es solamente un hecho artístico, sino que define el comportamiento de una sociedad”./Maribel Sánchez/no/Foto: Víctor Useche/

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