Constancia y compromiso son tan solo dos de las palabras que definen a Joel Arangüren, un reportero gráfico que dedicó 12 años de su vida al diario Avance, regalándole a este medio impreso todo su esfuerzo en cuanto a fotografía se refiere, ya que en su momento fue el rey de las fotos de primera, por lo que siempre recibió felicitaciones de Rómulo Herrera, antiguo dueño del periódico.
En el año 1989, Joel no tenía una profesión en específico, pero a raíz del Caracazo, todas las imágenes que observó en los diferentes medio de comunicación le llamaron la atención, por lo que decidió estudiar Fotografía, “enseguida comencé un curso, en `Los Hijos de la unión´, ubicado en La Hoyada, de donde salieron grandes reporteros, durante todo ese año de curso, aprendí las cosas más básicas de la fotografía, al salir de allí, busqué empleo de inmediato, porque ya estaba decidido a entregarle mi vida al reporterismo”.
Diario Avance, una escuela insuperable
Fue así como en los 90 llegó al diario Avance, ubicado en la calle Falcón, donde se entrevistó con Fernán Hernández, quien se desempeñaba como jefe de fotografía, y con Rómulo Herrera, “tenía una cámara Canon de rollo, ese mismo día me dieron rollito y me mandaron a una comunidad, siempre la recuerdo, fue en El Nacional, y pegué la foto de primera, desde ese momento comenzó mi carrera como reportero gráfico y siempre lograba las fotos para la portada”.
“Uno llegaba al diario, recibía su rollito de 36 fotos, y nos íbamos con el periodista a pie, siempre buscábamos quien nos diera la cola, o en todo caso nos daban nuestros viáticos para el pasaje, cada reportero tenía que buscar la manera de administrarse, no se podían hacer 20 fotos en una sola pauta, por eso había que saber capturar los momentos”.
Agregó que el trabajo con el periodista debía ser en conjunto, para lograr un buen resultado, “siempre me decían más o menos qué tipo de foto querían, y yo utilizaba mi creatividad, la herramienta más importante de un reportero gráfico, son los ojos, no se pueden tomar fotos solo por hacerlo, todo debe tener una intención”.
Mencionó que en otros tiempos todo el trabajo en este diario era artesanal, “no había nada más bonito que llegar e imprimir las fotos, pocos reporteros lo hacían, entonces yo lo hacía con las mías y con la de los demás, eso era lo que más amaba de mi día a día, además de conocer gente, relacionarnos, saber la realidad de la ciudad y sus alrededores”.
Pasión por la fotografía
Cuando se le preguntó cuál era el tipo de fotos que prefería hacer, no dudo en decir que la fuente de sucesos, donde tuvo sus mejores experiencias, “siempre recuerdo una foto que le hice a un fallecido en la Carretera Vieja, en ese tiempo la gente acostumbraba a utilizar zapatos de marca, los chamos trabajaban para tener unos buenos pisos, como muchos decían, yo le hacía las fotos al cadáver y su mamá en medio de toda la situación, le quitó los tenis a su hijo, para que no se los robaran, ese momento por supuesto lo capturé, y me marcó”.
Conseguir las fotos de primera, era parte de su rutina diaria
KIMBERLYN BOLÍVAR
Joel puntualizó que es importante adaptarse a las nuevas tecnologías, pues con el pasar de los años, su manera de trabajar va cambiando, “ahorita estamos viviendo otra época en la fotografía, se pueden ver sin necesidad de imprimir, se pueden tomar desde todos los ángulos, no se puede volver atrás, por eso siempre digo que cada día aprendo algo, esa es la esencia de los seres humanos, poder acostumbrarse a cada cambio.
Entre los momentos vividos dentro del diario Avance, no dejo de resaltar el compañerismo como uno de los valores que más significado tiene, y destacó que a pesar de que ya han pasado más de 10 años de haberse retirado de este diario, continúa la buena amistad con reporteros como Gustavo Ramírez, Raúl Romero, Jerry Bernal, al igual que con los periodistas, como lo son Carlos D`Hoy, Ronald Peñaranda, Carlos Arteaga y otros.
Más que jefe, un buen amigo
Durante los 12 años que estuvo como reportero gráfico, los últimos 4, se desempeñó como jefe de fotografía, esta en cierto modo fue la experiencia con más peso, pues siempre trató a su equipo de trabajo con mucho cariño, “cuando debía ser duro, también lo era, había ocasiones que me tocaba mandarlos a repetir las fotos, en este tipo de medio, tan leído por los tequeños, había que entregar un trabajo de calidad, y eso era lo que yo buscaba.
Con mucha humildad, resaltó que con todo gusto ha dado algunos tips y herramientas a otros reporteros, “he dejado claro que cada día que salgo a la calle aprendo algo nuevo, y colaboro de la misma forma con los demás y les enseño cosas que quizás no sabían, un ejemplo es Gustavo Ramírez, quien se ha convertido en un gran amigo, cuando lo conocí dentro del periódico, era un chamito y yo le mostré lo que sabía, ahora él es el jefe de fotografía en este diario, y me siento muy orgulloso”.
Concluyó diciendo que “si vuelvo a nacer, sería reportero grafico de nuevo, a cada empleo que llego, cuento muchas anécdotas vividas en el diario Avance, fue mi primera casa, mi escuela, donde conocí muchas personas, y vivi los mejores años de mi carrera”./lb
Fotografía: Gustavo Ramírez
Leyenda: 26 años de carrera hacen que Joel Arangüren vea la fotografía como parte de su vida