Donaron insumos y regalaron entretenimiento a 18 abuelitos
Desde tempranas horas de la mañana, se pudo ver la movilización del personal que conforma el Voluntariado Corporativo del Consorcio Metro Los Teques, Línea II Odebrecht, que se dio a la tarea de visitar a los abuelitos de la Casa Hogar San Onofre.
El propósito era donar insumos de aseo personal, como pañales, toallas, jabón, detergente, y algo de comida, los cuales fueron reunidos por los miembros del proyecto Consorcio en la Comunidad.
Los adultos mayores también fueron consentidos con un compartir de refrigerios pensados para su fácil digestión. Los colaboradores les brindaron una atención personalizada y única, se les podía ver conversando, pendientes de lo que les pidieran.
El miércoles, los viejitos también fueron favorecidos, gracias a los ingenieros del Consorcio, con arreglos en el hogar, como la construcción de una rampa de seguridad para la movilización de las sillas de ruedas, reparación de techos, pasamanos, electricidad, pintura y acondicionamiento de los baños.
Asimismo, en un enlace con el Parque Cultural Social Villa Teola, el grupo de música Ensamble Villa Teola deleitó a los 18 ancianitos que habitan en el lugar con una melodía suave, al son de arpa, cuatro y maracas, a las que se unieron personas del Metro.
Emociones encontradas
Al momento de escuchar al grupo musical, muchos abuelos se emocionaron y algunos no pudieron contener el llanto, dado que no todos los días tienen la oportunidad de distraerse, y en esta ocasión fueron los protagonistas.
Se conoció que un buen número de ellos llegan al lugar por obras sociales o son dejados por sus familiares, los cuales no los visitan y la directora es quien se encarga de darles el calor humano que tanto añoran.
Una de las abuelitas abrazaba a todos los que podía y les enseñaba revistas, mientras reía y pedía un poco más de galletas dulces.
María Froilán, directora del centro, expresó unas pequeñas palabras de reconocimiento a la ayuda y los presentes que les brindaron los empleados del subterráneo.
“La casa funciona desde 1991, fue fundada por un doctor, el cual decidió no laborar más con esta causa, y después Antonia Rodríguez, pero ella falleció. Actualmente nos encontramos aquí mi esposo y yo”.
Una nueva cara
Para el personal que forma parte del proyecto es importante chequear que los arreglos que hacen a los lugares adonde van sean mantenidos, y hasta que no estén 90% culminados, no van a otros sitios.
Luego de culminar, preparan todo para darles una sorpresa con regalos y un poco de entretenimiento.
La empresa contratista Consorcio Odebrecht viene llevando desde hace aproximadamente un año una labor social junto con su personal para evaluar poco a poco las comunidades más afectadas y poder llegar y tender la mano que tanto necesitan.
Ya han visitado varios sitios vulnerables, donde se han encargado de las salas, arreglar las canalizaciones y puertas. A pesar de que todavía están arrancando, esperan tener un alcance mucho mayor y seguir haciendo obras como las de la Casa San Onofre./Fhedora Aristiguieta/ac/Foto: Gabriel Ordóñez/