Siete familias no se acostumbran a convivir con el peligro
MARIBEL SÁNCHEZ
“Hace años que por aquí no viene nadie para conocer cómo va el derrumbe que ya tiene diez años con nosotros, y que para completar colapsa parte de la vía principal en El Paso cerca del bloque 18. Lo último que nos dijo Protección Civil, hace como cuatro años, fue que las personas que viven cerquita del barranco tenían que irse de ahí, no levantaron informe escrito”.
Este testimonio lo dio Yaneisy Urbina, vocera comunal del callejón Vía El Paso, en la parte alta José Gregorio Hernández; quien expresó a Avance su preocupación ante los continuos deslizamientos que se registran con las fuertes precipitaciones de este 2023.
Al contabilizar la cantidad de viviendas que corren riesgo por encontrarse “al borde del precipicio”, saltó a la vista una donde hace vida una joven madre con siete pequeños; en tanto que de las otras seis se pudo apreciar dos más en condiciones de peligro y los cuatro inmuebles restantes están ubicados en una hilera posterior a la caminería principal.
“Nosotros pensamos que para evitar la erosión del terreno hay que construir una pantalla atirantada, la tierra está bastante humedecida y vemos con preocupación que prácticamente nos dejaron en el olvido. Ha pasado tanto tiempo que hasta caminitos improvisados han surgido en el cerro. Cuando llueve, pensamos es en el barranco”.
Caminería en peligro
Al llegar a la parte alta del sector, subir las escaleras y doblar en un callejón a mano derecha es posible visualizar el talud que progresivamente ha ido cayendo a la vía principal. Pero, también es posible atravesar “un caminito” que conecta a la comunidad con el bloque 16 de la urbanización Cecilio Acosta.
“Cuando ocurrió en 2013 aquel fuerte deslizamiento, los mismos vecinos improvisaron con grandes rocas un soporte tipo muro para evitar que se cayera la escalera. Con el paso de los años, los movimientos de tierra han quebrado parte de ella, si esta caminería se cae le van a seguir las casas”, detalló Claritza Villegas, vecina del lugar.
Para evitar que sobre el talud haga peso la maleza y la basura que algunos vecinos en grado de inconsciencia arrojan, otro grupo de ellos se encarga de limpiar con frecuencia el área y vigilar que dispongan los desechos sólidos en el lugar destinado para tal fin.
Consecuencias en la vía
A propósito de este derrumbe, vecinos de El Paso, se muestran indignados al tener que “acostumbrase” a vivir con la gran cantidad de tierra y maleza que obstruye la vía principal.
“Queda un solo canal frente a los bloques 18 y 19, está full de monte todo el tiempo. Uno piensa que en cualquier momento se puede seguir deslizando ese cerro y tumbar el poco de casitas que están allá arriba. Dios los cuide”, dijo un residente de los edificios.
Yelitza Sanz, afectada de José Gregorio, precisó “solo nos viene a ver la gente de los medios de comunicación, pero de los entes a los que les compete prestarnos atención no vemos ni sus sombras. A veces, aparece la gente de la Alcaldía para cortar el monte en la pata del cerro, pero por el lado de la urbanización propiamente”./rp