La oscuridad se convierte en cómplice de delincuentes

Por las noches la calle Boyacá de Los Teques,  desde el Hotel Gran Casino en la Carabobo hasta la avenida Independencia se alumbra solo con las luces de los vehículos que transitan por el lugar.

En un tramo de escasos 200 metros las luminarias de ocho postes están dañadas. La oscuridad atrae a delincuentes, según cuentan vecinos.

Los atracos son recurrentes. Transeúntes y sobre todo la gente que se dirige a la parada de Guaremal pasan por allí rogando a Dios para no ser la próxima víctima.

Lugareños dijeron que los fines de semana y sobre todo los viernes, la calle se convierte en una especie zona de tolerancia, pues es común ver a un gentío consumiendo bebidas alcohólicas, borrachitos y hasta hombres orinando en cualquier rincón.

Vecinos manifestaron que a pesar que de que en la otra calle, la avenida Bermúdez, hay un módulo de Polimiranda sus funcionarios jamás hacen labores de patrullaje.

“Pareciera que los policías están más preocupados de custodiar los negocios que acaban de abrir en ese territorio”, apuntó una habitante./RP