Lidia Valles, madre de la modelo Ángela Medina, asesinada el 6 de agosto en Barquisimeto, declaró nuevamente para denunciar que existe una presunta “confabulación entre el Gobierno y la oposición para tapar el caso”.

Valles aseguró que el expediente había sido radicado en Caracas. Además, informó que cuenta con cuatro abogados pagados por el empresario Miguel Ángel Colmenares Benigni, expareja de Ángela Medina y a quien David Ramírez había mencionado como sospechoso del crimen. A su salida del tribunal 1° de control del Estado Lara dijo que le “cuesta creer que David sea el culpable, pero sí se que el tiene influencias en el Gobierno y en la oposición”. Asimismo, reconoció la amistad que unía a su hija con el gobernador del estado Lara, Henri Falcón.

Sin embargo, el hermano mayor del imputado, Darwin Ramírez, calificó de contradictorias la declaraciones de Valles al asegurar que su familia “es humilde sin ninguna capacidad de influencia con nadie” y aseguró que efectuarán una demanda privada por difamación e injuria y por daños y perjuicios morales. Asimismo, anunció que próximamente revelarán una prueba contundente e irrefutable que demuestra la presunta inocencia del joven cantante. “David es inocente y alguien inocente que cree en su país y en la justicia, aquí estaremos de pie dando la cara y luchando por la verdad sin miedo alguno”, dijo Darwin.