Glorimar Fernández
La citó para matarla. El ruego que Miguel Antonio Marín Meléndez le hacía a su exmujer, Ingrid María Sánchez Cardozo, de 39 años, para que retomaran su relación, terminó en desgracia.
“Logró concretar un encuentro con ella y entonces la estranguló y la envolvió en envoplast. Estaba maniatada”, explicó el subdirector nacional del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), Johnny Salazar.
El cadáver de Sánchez Cardozo fue encontrado, en avanzado estado de descomposición, cerca del terminal de pasajeros de Trapichito, en Guarenas, el sitio donde se produjo el encuentro de ambos, reseñó Panorama.
A la hija de Ingrid, de un año y medio, Marín Meléndez la dejó abandonada en la estación de autobuses, y huyó.
Funcionarios del Cicpc de esa ciudad cercana a Caracas, quienes hicieron el levantamiento del cuerpo, comenzaron la investigación y determinaron la relación de Ingrid con la niña que había sido abandonada en el terminal.
A partir de allí lograron la detención de Marín Meléndez quien, según informó Sánchez Cardozo “confesó el crimen y quedó a la orden del Ministerio Público”.