Padres cazan descuentos que califican de “gangas”

El tradicional “correcorre” por el regalo del Niño Jesús ya comenzó. Algunos padres recorren las tiendas de Los Teques comparando precios y, sobre todo, tanteando los pagos en cuotas, que se han convertido en el gran aliado para que los gastos navideños no dejen el bolsillo tambaleando.

Entre los comercios infantiles que ofrecen la herramienta Cashea destacan el Palacio del Blumer y varios locales de la comunidad asiática. Allí los precios van desde peluches pequeños en $7.50 hasta bicicletas que llegan a $288.

Mundo Total, con dos sucursales en el casco central, presenta muñecas en $70, juguetes para bebés desde $15, sets de belleza desde $8, bicicletas y patinetas. Además, cuenta con su propia plataforma crediticia: Creditotal.

En el Palacio del Blumer se consiguen los codiciados peluches Labubu desde $14, muñecas pequeñas en $6.90 y kits de Lego en $12, entre una amplia variedad de peluches y juguetes.

Los comercios chinos no se quedan atrás: bicicletas desde $35 hasta $75, carros de plástico en $7.50, camiones en $12, caja registradora en $38, sets de Paw Patrol en $37, carros desmontables con herramientas en $57, Barbies con vestidos y accesorios en $14.50, kits de uñas o pulseras en $29 e instrumentos musicales de juguete entre $16 y $27.

“La única forma de no dejar de hacerlo”

Rosa Castro, madre de dos niños, lo explica
“La única manera de no dejar de comprar el Niño Jesús es endeudarse e ir pagando por partes. Tengo uno pequeño y hay opciones medio económicas, pero el mayor quiere un teléfono; con Cashea puedo resolver porque la inicial me queda en menos de $50”.

Otra madre narró su odisea en busca de una bicicleta para su hijo de ocho años. Recorrió Los Teques, el Centro Comercial La Cascada e incluso Caracas hasta encontrarla:
“Salía en $250, pero con la extensión del Black Friday me quedó en $170. Soy nivel 6 en Cashea, di una inicial de $32.90 y me quedan solo tres cuotas de $43.87”.

Para muchos padres tequeños, la magia de la Navidad ya no depende solo de la ilusión: también lleva cuotas, niveles y una aplicación que hace posible que el Niño Jesús siga llegando, aunque sea poco a poco.