El siete veces campeón mundial y senador filipino aceptó que sigue peleando porque necesita el dinero
Manny Pacquiao es uno de los mejores peleadores de todos los tiempos, la principal figura deportiva en su natal Filipinas, un senador en ese país y uno de los dos boxeadores que más dinero ha ganado en la historia.
No tiene nada que probar en el ring, tras conquistar títulos mundiales en las 112, 122, 126, 130, 135, 147 y 154 libras y derrotar a verdaderos inmortales como Marco Antonio Barrera, Juan Manuel Márquez, Erik Morales, Oscar de la Hoya y Miguel Ángel Cotto.
Pero, a pesar de esto, y de que anunció que colgaría los guantres tras su pelea con Timothy Bradley el 9 de abril de este año, Pacquiao (58-6-2, 38 nocauts) vuelve al ring mañana para enfrentar a Jessie Vargas (27-1, 10 nocauts) en el Thomas & Mack Center de la Universidad de Nevada en Las Vegas. La razón suena inverosímil y a la vez obvia: dinero.
“El boxeo es mi principal fuente de ingreso económico. No puedo recostarme de mi salario como servidor público”, admitió Pacquiao recientemente.
La pelea ante Vargas será transmitida a través de PPV (pague para ver) producido por su promotora, Top Rank, luego que HBO, decidiera no presentar la pelea. Debido a la proliferación de tabletas, teléfonos inteligentes, páginas web que pasan señales alternas de las peleas y herramientas sociales como Facebook Live, la venta de los PPV se vinieron abajo y no generan los ingresos que en años previos. Si a esto se le suma que el público aún desconfía de los PPV luego de la decepción que fue el esperado megaduelo entre Pacquiao y Floyd Mayweather Jr. el 2 de mayo de 2015, es comprensible por qué incluso el fundador de Top Rank, Bob Arum, no tiene muchas esperanzas de que la oferta llegue al medio millón de hogares.
Independiente de esa situación, hay una pregunta obligada: ¿cómo es posible que un peleador que cobró por encima de $150 millones tras participar en la pelea más monetaria de todos los tiempos tenga que regresar al ring por razones monetarias?
“Yo ayudo a la familia de mi esposa y a mi propia familia. También mucha gente se me acerca para pedirme ayuda y yo simplemente no los puedo ignorar”, dijo el Pac Man.
Durante una visita a la Isla en 2014, Michael Koncz, consejero financiero del filipino, le indicó a este medio otra razón por la cual Manny necesitaba del boxeo. “En Filipinas, ganar unas elecciones es muy caro”.
El púgil perdió en los comicios de 2007, cuando corrió para la Cámara de Representantes bajo el Partido Liberal. En 2010 ganó un puesto en esa rama legislativa, bajo el partido Movimiento Campeón del Pueblo (PMC, por sus siglas en inglés) y repitió en 2013 bajo la Alianza Nacional Unida (UNA). En 2016 ganó un puesto al Sendado filipino.
Para esta pelea, Pacquiao decidió hacer en Filipinas todo su entrenamiento. En el pasado, terminaba en el Wild Card Gym de Los Ángeles, propiedad de su entrenador Freddie Roach.
“Él dice que todavía tiene pasión por el boxeo. Pero es imposible mantener esa hambre por tanto tiempo”, dijo Dewey Cooper, entrenador de Vargas, en las entrevistas con la prensa ayer.
Fuente: EFE